Turín revive el glamour fotográfico de Cannes que un día relegó la televisión

Roma.-  Fotografías de las grandes estrellas del cine, que un día quedaron relegadas a un segundo plano por la llegada de la televisión, cobran vida de nuevo en la ciudad italiana de Turín, en una exposición que repasa los más de 50 años de "glamour" del Festival cinematográfico de Cannes.

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(EFE)

Laos actores Alain Delon y Romy Schneider en un restaurante al aire libre, en una imagen de fecha desconocida, que se exhibe en la muestra "Cannes Cinèma. 50 Años de Festival en la colección Traverso", de la ciudad italiana de Turín.

La muestra "Cannes Cinéma. 50 Años de Festival en la colección Traverso" exhibe hasta el próximo 30 de agosto noventa fotografías tomadas desde 1938 (8 años antes del comienzo oficial del certamen) en la ciudad francesa, protagonista de una de las citas más importantes y "glamourosas" del cine internacional.

Las capturas pertenecen al archivo de los Traverso, una familia de origen italiano que en el siglo XIX se estableció en Francia y que terminaron convirtiéndose en fotógrafos casi oficiales del Festival de Cannes, para ver después cómo la televisión les robaba protagonismo y cambiaba su relación con los actores.

"El visionado por orden cronológico de todas estas fotografías permite percibir claramente no sólo cómo han cambiado los trajes o los peinados, sino también cómo ha cambiado la relación entre los actores y los fotógrafos", explica a Efe Alberto Barbera, director del "Museo Nacional del Cine" de Turín, que acoge la exposición.

"En un principio -añade- los actores iban a Cannes para dejarse fotografiar. Había una disponibilidad total por parte de las estrellas".

La italiana Sofía Loren, el francés Alain Delon o la austríaca Romy Schneider acompañada de sus compañeros en "Sissi emperatriz" (1956) son algunos de los clásicos de la gran pantalla captados por el objetivo de los Traverso en unas imágenes que dan cuenta de la estrecha relación que antaño tenían fotógrafos y actores.

"Era una especie de relación de confianza entre fotógrafos y actores, una especie de relación de cercanía, de intimidad, que permitía plasmar sobre película fotográfica momentos únicos", explica Barbera.

Esa cercanía permitió inmortalizar instantáneas como la de unos jóvenes Delon y Schneider, totalmente relajados, sentados juntos a la mesa de un restaurante al aire libre en la Costa Azul francesa mientras unos músicos tocan a sus espaldas.

"Otras veces se percibía claramente que la fotografía estaba preparada, que estaba pactada. Había esa relación de confianza que permitía fotografiar con absoluta libertad", apunta el director del museo turinés.

"Esto cambió cuando irrumpió la televisión. Los fotógrafos pasaron a ser menos importantes. Cuando llegó la televisión en masa a Cannes, todo fue subordinado a ella. Los fotógrafos siguieron estando, pero fueron confinados de algún modo a la alfombra roja", agrega.

A partir de entonces, las imágenes fijas del Festival de Cannes comenzaron a parecerse cada vez más entre sí, a retratar lo que sucedía en la alfombra roja y a reflejar una mayor distancia, ya no sólo en términos métricos, entre las estrellas y los fotógrafos.

"Ahora ya no existe la complicidad basada en la confianza que se establecía hace un tiempo entre fotógrafo y estrella. Ahora la estrella llega, se baja del coche y pasa por la alfombra roja. Son fotografías distantes y antes no era así", incide Barbera.

La muestra, realizada en colaboración con autoridades de la ciudad de Cannes y que ya ha pasado por Nueva York, Londres, Tokio y Melbourne, sirve también para rendir homenaje a los Traverso, familia compuesta por varias generaciones de esos fotógrafos que disfrutaban de una cercanía privilegiada con las estrellas de la gran pantalla.

"Los Traverso -dice Barbera- comenzaron a fotografiar a las estrellas que pasaban por el Festival de Cannes, desde su primera edición, en 1946. Tenían una especie de acceso privilegiado a todos los locales de la Costa Azul y de Cannes: hoteles, restaurantes y locales nocturnos frecuentados por los actores". Lugares que fueron testigo de un "glamour" de una época que no volverá.