Rouco pide no cerrar los ojos a una realidad que no garantiza el derecho a la vida

Madrid.-  El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, ha animado hoy a los fieles a "no cerrar los ojos a la realidad lacerante, cruel y de innegable dramatismo" que les "circunda", en la que "el hombre no tiene garantizado el derecho a la vida".

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(EFE)

El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, ha animado hoy a los fieles a "no cerrar los ojos a la realidad lacerante, cruel y de innegable dramatismo" que les "circunda", en la que "el hombre no tiene garantizado el derecho a la vida". EFE/Archivo

Rouco Varela ha dedicado gran parte de la homilía del Corpus Christi, pronunciada esta tarde en la misa celebrada en la madrileña Plaza de Oriente, a hablar de la "dolorosa y trágica" situación de los que van a nacer, en tanto que, a su juicio, "no tienen garantizado el derecho a la vida".

"Las nuevas legislaciones en vez de corregir y rectificar este curso fatídico del ordenamiento jurídico en el sentido de un pleno reconocimiento del derecho a la vida como un derecho fundamental, lo que hacen es disponerse a ampliar y a facilitar los cauces legales para esa práctica", ha explicado el cardenal en referencia a la Ley del Aborto que promueve el Gobierno.

Rouco Varela ha definido el aborto como "una práctica terriblemente deshumanizadora para la propia mujer afectada y para la sociedad que la permite, tolera y acoge sin excesivos remordimientos de conciencia".

No obstante, ha considerado que "lo más triste" de lo que está sucediendo es "el grado de aceptación social del aborto por amplios sectores de la opinión pública".

Y, en este sentido, ha apelado a las "responsabilidades de fieles y ciudadanos católicos que saben y conocen la gravedad del mandamiento de Dios que es quebrantado y que conlleva una profunda negación de la caridad cristiana".

También se ha referido a la crisis económica y ha dicho que "pone en peligro el futuro de las familias y, aún, su misma subsistencia".

Y esto es, en su opinión, por que "lo que es un derecho inalienable de la persona humana, el derecho al trabajo, lo vemos expuesto a la intemperie de la crisis económica que lo amenaza y que condiciona su garantía y realización a la intervención de factores poco menos que incontrolables".

El cardenal ha añadido, además, que "en el trasfondo de la crisis" aparece actuando "el pecado de injusticia, de insolidaridad, de falta de caridad, a la vez que se asoma la figura y la conducta de los hombres de mala conciencia".

Tras la finalización de la misa, ha dado comiendo la Procesión con el Santísimo por el centro de la capital (calles Bailén, Mayor, Travesía de Arenal, Arenal, Plaza de Isabel II, Vergara, Requena, Bailén y Plaza de la Almudena).