Cañizares pide perdón "por lo que deba ser perdonado" en su despedida de Toledo

Toledo.-  El cardenal Antonio Cañizares ha agradecido hoy, con motivo de la festividad del Corpus Christi, el "ministerio apostólico" que "por pura gracia de Dios" le ha sido confiado, al ser nombrado ministro de la Iglesia, y ha perdido perdón a los fieles toledanos "por todo lo que le tenga que ser perdonado".

En la misa del Corpus Christi oficiada en la Catedral Primada, antes de comenzar la tradicional procesión, Cañizares se ha despedido de los sacerdotes de la diócesis de Toledo y de las principales autoridades de Castilla-La Mancha, a quienes ha dicho: "os llevo a todos tan dentro de mi corazón que es para mí un desgarrón el dejaros, aunque no os dejo".

Y ha dado las gracias a todos por estos años "muy intensos y gozosos, en los que tampoco ha faltado la cruz", al tiempo que ha pedido perdón por todo lo que le tenga que ser perdonado, "que sin duda será mucho", ha aseverado.

"Siempre estaremos unidos", ha resaltado Cañizares, quien ha expresado que "a todos os he querido y os quiero entrañablemente, como amigos, como hermanos, a todos me gustaría abrazarme".

Al comienzo de la ceremonia, el cardenal ha recibido de manos del obispo auxiliar de Toledo, Carmelo Borobia, una mitra, "símbolo del desposorio del obispo con su diócesis", mientras que Cañizares ha devuelto a la Catedral el báculo que le fue regalado el año pasado.

"Lo entrego como manifiesto de mi amor inquebrantable a esta diócesis de Toledo", ha dicho Cañizares, ante las decenas de sacerdotes de la diócesis, media docena de obispos y las principales autoridades de la comunidad, entre ellas el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.

Después, al llegar la procesión a la Plaza de Zocodover, Cañizares se ha dirigido a las miles de personas allí congregadas para agradecer el "ministerio apostólico" que "por pura gracia de Dios" le ha sido confiado, al ser nombrado por el Papa Benedicto XVI prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Ha reiterado que "han sido años de inmensos dones de Dios, que sólo él conoce y que no soy capaz de explicar porque me sobrepasan y desbordan".

Así, en su última alocución ante los toledanos, bajo el Arco de la Sangre y frente a la Custodia de Arfe, que simboliza el Cuerpo de Cristo, el cardenal ha afirmado que "Dios ha querido que mi despedida coincida con estos días en que celebramos las fiestas del Cuerpo de Cristo".

Y ha agregado "quiero, con todos, dar gracias a él en su presencia y postrarme en adoración ante Él para alabarle y bendecirle lleno de gozo y estremecimiento por su presencia entre nosotros".

En otro momento de su discurso, seguido con atención por las numerosas personas que abarrotaban la Plaza de Zocodover, entre ellas muchos madrileños, al ser hoy fiesta en la capital de España, Cañizares ha dicho que, "con toda mi alma, agradezco que nos unamos todos juntos, tan numerosa y cordialmente, para adorar al Señor y confesar juntos que Jesucristo camina junto a nosotros hoy, ayer y siempre".

Y ha insistido en que "estamos aquí para alabar y bendecir a Dios y recordar sus beneficios", así como su "bondad misericordiosa, que no nos deja nunca abandonados, aunque no le seamos fieles en toda ocasión y momento y aunque no hayamos correspondido a su amor y gracia en nuestra torpeza y pecado".

Las intervenciones de Cañizares en su despedida como arzobispo de Toledo, responsabilidad en la que le sustituirá el próximo día 21 Braulio Rodríguez, han estado ausentes de referencias a temas polémicos como el aborto o el divorcio, muchas veces recurrentes en sus discursos.

Además de Barreda, a la misa han asistido el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page; el presidente de las Cortes Regionales, Francisco Pardo; el delegado del Gobierno Central, Máximo Díaz-Cano; la presidenta regional del PP y secretaria general de este partido, María Dolores de Cospedal, y el diputado electo del PP Jaime Mayor Oreja.