Zifios y calderones se reparten el territorio en función del alimento

Santa Cruz de Tenerife.-  Los zifios que viven cerca de El Hierro y los calderones que habitan en aguas próximas al sur de Tenerife se reparten el territorio, al parecer, en función del alimento, según explicaron hoy investigadores de la campaña Zifiocan 1, liderada por la Universidad de La Laguna y el Instituto Oceanográfico Woods Hole.

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(EFE)

De izquierda a derecha, el catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna (Tenerife), Alberto Brito; la investigadora docente de la Universidad de La Laguna, Natacha Aguilar y los investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC de Vigo, Ángel Guerra y Ángel González; durante la rueda de prensa que ofrecieron a bordo del buque La Bocaina, del Instituto Politécnico Marítimo Pesquero de la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias, con motivo de la finalización de la campaña de investigación desarrollada en las islas de El Hierro y Tenerife para el estudio de cetáceos de profundidad.

La investigadora docente de la Universidad de La Laguna Natacha Aguilar explicó que esa diferenciación es habitual entre los depredadores que habitan en tierra, que se adaptan a las presas y a la forma de caza, mientras que se pensaba que en aguas profundas había homogeneidad.

Natacha Aguilar recordó que zifios y calderones, que son dos tipos de cetáceos, tienen una capacidad de movimiento tremenda, por lo que podrían trasladarse de El Hierro a Tenerife y viceversa en un momento, pero no lo hacen, y así los primeros se concentran en aguas herreñas y los segundos en las tinerfeñas.

La investigadora comentó que las aguas de Tenerife son para los calderones como el parque nacional de Serengueti (Tanzania) para los leones, y añadió que ésta ha sido la primera vez que se muestrean aguas a 800 metros de profundidad cerca de El Hierro.

Natacha Aguilar indicó que desde 2003 se estudian las poblaciones de zifios y calderones en El Hierro y Tenerife y ahora se trataba de saber los motivos por los que estos depredadores de aguas profundas se reparten el territorio.

Y se ha descubierto que tienen estrategias de alimentación distintas, y que los zifios serían los guepardos de aguas profundas y los calderones camellos, unos con alta velocidad y otros como corredores de maratón.

Estos animales se alimentan de cefalópodos y peces de aguas profundas y en este estudio se ha utilizado una red de arrastre del buque La Bocaina, del Gobierno de Canarias, desde el que también se tomaron datos del placton y de la bioacústica para localizar las zonas de concentración.

El profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ángel Guerra, manifestó que el alimento de estos zifios y calderones son cefalópodos de profundidad, de los que los investigadores han cogido algunos que son "raros".

Algunos de los cefalópodos hallados durante esta campaña no se ven de manera habitual y tienen propiedades como que producen luz por medio de órganos fotóforos, y también tienen como perlas.

Ángel Guerra dijo que en los mares y océanos hay infinidad de luces, que sirven para que los cefalópodos y peces se comuniquen entre ellos, pero también para que los localicen los zifios y calderones, aunque estos cazan sobre todo por medio de sondas.

El investigador científicos del CSIC Ángel González comentó que cuando se habla de cefalópodos se trata de organismos invertebrados de los que hay unas 750 especies que han colonizado los mares y océanos de todo el mundo.

Ángel González explicó que los cefalópodos, a diferencia de los peces, queman muchas proteínas, lo cual afirmó que no es muy avanzado evolutivamente, pero sí les permite colonizar muchos ecosistemas.

El catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna, Alberto Brito dijo que en pocos sitios del mundo hay poblaciones residentes de zifios y calderones como en Canarias.

Alberto Brito indicó que zifios y calderones parecen seguir estrategias alimenticias distintas, de manera que los segundos son muy poderosos y capturan especies muy grandes, mientras que los primeros tienen movimientos muy lentos.

Las aguas próximas al sur de Tenerife y a El Hierro son muy tranquilas durante casi todo el año y muy cerca de la orilla hay grandes profundidades, lo que facilita el estudio de estas especies.

Los científicos quieren profundizar en este estudio y para ello precisan nueva metodología, como la de robot, porque, como declaró Ángel Guerra, no altera el medio ambiente y permite ver a los animales vivos.