Observadores españoles en las elecciones libanesas destacan la calma en la que transcurrieron

Beirut.-  Observadores españoles en las elecciones parlamentarias en el Líbano, celebradas ayer, se congratularon hoy del desarrollo de los comicios legislativos, que transcurrieron en un "ambiente calmado", a pesar de ciertas irregularidades.

En una rueda de prensa, el jefe de los observadores de la UE, José Ignacio Salafranca, destacó en Beirut el alto porcentaje de participación del electorado, de un 52,58 por ciento, que "demuestra el compromiso cada vez mayor de este en ese proceso, lo que es alentador".

"El Líbano es un país de una gran diversidad y de una gran complejidad, y el paisaje político que emerge hoy es su reflejo", agregó, al tiempo que deseó que todas las fuerzas políticas libanesas dejen de lado las disputas del pasado para construir un futuro común "en base al compromiso y al consenso".

Por su parte, el eurodiputado José Javier Pomés instó a todos los grupos políticos a "darse la mano" y pidió al Parlamento recién elegido a "proseguir con la reforma electoral".

La misión de la UE, presente en el Líbano desde el pasado 19 de abril, desplegó ayer 100 observadores y se espera que el próximo mes regrese al país para presentar un informe a las autoridades sobre sus recomendaciones para las próximas elecciones.

Entre estas, Salafranca subrayó la necesidad de papeletas pre impresas, una mayor participación de la mujer en la vida política, la creación de un organismo independiente para que supervise los comicios y la elaboración de una nueva ley electoral, que no incluya el actual reparto religioso.

Los 128 escaños en el Líbano se otorgan por comunidad religiosa y debe haber una paridad entre cristianos y musulmanes.

El diputado español Francisco Ricomá calificó el proceso de "positivo" y subrayó la "predisposición de las formaciones políticas a implicarse en este y aceptar sus resultados".

"Hay que tener en cuenta el difícil equilibrio en el Líbano, la tensión que existe entre formaciones políticas y confesiones -explicó Ricomá-, pero creo que estas elecciones pueden permitir albergar esperanza en la profundización del dialogo y consolidar esta democracia con todas las mejoras necesarias".

Con 71 escaños, la coalición política prooccidental ganó las elecciones y revalidó así su mayoría, frente a la alianza prosiria, liderada por el grupo chií Hizbulá, que se hizo con 87 asientos en el Parlamento, según el recuento oficial.