Tras el final de la escuela llegan las lecturas de verano

Denver.-  Para muchos niños, el inicio del verano significa no tener que abrir un libro en casi tres meses, lo cual, según los expertos, es una práctica que puede ser muy perjudicial para su desarrollo académico.

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(EFE)

Un niño lee un libro sentado en la calle.

La mayoría de estudios revela lo que los padres siempre han sospechado: los niños que leen durante las vacaciones veraniegas refuerzan lo aprendido durante el año académico, tomando ventaja al año siguiente sobre aquellos que no lo hacen.

Según Wendy Méndez, investigadora en el campo de programas de estudio e instrucción, la lectura durante las vacaciones de verano es esencial para que los niños retengan las destrezas desarrolladas durante el año escolar.

"Los niños que leen durante el verano no sólo refuerzan lo aprendido en la escuela, sino también desarrollan un amor por la lectura independiente de lo académico; es decir, se convierten en lectores de por vida," afirma Méndez.

Afortunadamente, las opciones de lecturas infantiles y juveniles se multiplican en verano, gracias a campañas publicitarias y a los muchos programas de lectura auspiciados por bibliotecas municipales.

Entre las novedades de librería para los más pequeños, destacan "Girasoles" de Gwendolyn Zepeda y "El niño golodo" de Lucha Corpi, ambos en ediciones bilingües del sello Piñata (Arte Público).

El primero presenta a Marisol, una niña de siete años que ayuda a sus abuelos a sembrar un huerto. A la pequeña se le ocurre sembrar una semillita de girasol a lo largo de su calle hasta llegar a la escuela.

Para la sorpresa de todos, el camino a la escuela pronto estuvo bordeado por las enormes flores amarillas.

El segundo, narra la historia de Enrique, un niño muy goloso a quien su padre le ha prohibido comer dulces. Al verse privado de lo más que le gusta, Enrique no puede pensar salvo en lo que no puede comer. !Al pobre niño cada número de su cuaderno le recuerda una golosina diferente!

Su madre elabora un plan para que Enrique no se prive del todo y poco a poco, el niño mismo logra modificar el tamaño de sus porciones y disfrutar sin pesadillas sus queridas golosinas.

"Sopa de frijoles" de Jorge Argueta, también en edición bilingüe (Groundwood Books) introduce el arte de la cocina por medio de versificación libre.

Argueta evoca todos los sentidos en este encantador libro en el cual se relata, paso por paso, cómo hacer "una sabrosa sopita de frijoles".

El libro indica por medio de asteriscos las partes de la receta que requieren la ayuda de un adulto, promoviendo cooperación tanto en la lectura como en la cocina.

En materia de arte, cabe incluir la iniciativa de la editorial Prestel de publicar libros de colorear para niños basados en obras de artistas famosos, como Frida Kahlo y Salvador Dalí.

Bajo el lema "gran arte para manos pequeñas" estos curiosos cuadernos introducen a los pequeños al mundo del arte sin didactismo ni revuelos.

Para los niños entre 7 y 12 años, la revista "Iguana" presenta cuentos ilustrados, biografías, recetas, experimentos, manualidades y lecturas de actualidad en un formato accesible y divertido para este grupo de lectores.

Publicada bimensualmente en Arizona por Christianne Meneses Jacobs, "Iguana" cuenta con un nutrido grupo internacional de lectores jóvenes en español.

Según la editora, la meta de "Iguana" es "promover en los niños el orgullo y amor por el idioma español," sirviendo además como un recurso esencial para la retención del idioma y de la cultura latina.

Para los lectores mayorcitos, los libros de la alemana Cornelia Funke cuentan con traducciones excepcionales al español, destacándose entre ellos "Corazón de tinta", publicado a principios de año por Scholastic en Español.

En inglés, el recién publicado "Confetti Girl" (Little, Brown) de Diana López es la conmovedora historia de Lina Flores, una adolescente de intermedia cuya madre fallece y cuyo padre lidia con la inesperada soledad rodeándose de libros.

Su mejor amiga también experimenta una crisis familiar, ya que su el matrimonio de sus padres se ha disuelto y su madre se dedica a llenar cascarones de confeti para olvidar sus penas.

La novela trata temas muy reales para las jóvenes de intermedia y secundaria, como la lealtad en la amistad, los primeros noviazgos, las transformaciones familiares y la autoestima como herramienta para sobrevivir.