Organizaciones de derechos civiles y humanos denuncian la escalada de acosos

Hong Kong (China).-  Diversas organizaciones de derechos humanos y civiles denunciaron hoy, en el vigésimo aniversario de la tragedia, los esfuerzos de Pekín por borrar todo recuerdo del incidente, incluyendo numerosos abusos contra los activistas que residen en China.

Human Rights in China (HRIC), con sede en Hong Kong, y uno de los participantes tradicionales en la vigilia anual (en el Parque Victoria de la ex colonia británica) por los muertos en Tiananmen, resaltó hoy la vigilancia y el arresto domiciliario al que se ha sometido a los disidentes y peticionarios chinos.

Amnistía Internacional (AI) denunció igualmente haber "recibido informaciones de graves acosos a activistas de derechos humanos", según expuso en un comunicado.

Entre los atropellos reunidos por AI se encuentra la intimidación, el arresto domiciliario temporal (hasta después del 4 de junio), el seguimiento policial, e incluso el desplazamiento forzoso a otra ciudad del país.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) se refirió por su parte al "apagón informativo" aplicado "eficientemente (por el gobierno) durante 20 años", lo que ha llevado a que "la mayor parte de los jóvenes chinos desconozcan este evento", un bloqueo informativo que se ha intensificado en los días previos al aniversario.

"Ahora, los censores están concentrando todos sus esfuerzos sobre Internet", indicó RSF, organización que ha pedido a las autoridades chinas, entre otros, el fin de la censura a las menciones al movimiento pro-democrático chino en Internet.

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) resaltó recientemente el contraste entre los esfuerzos por oprimir la disidencia y el avance chino en materia económica, una prosperidad que, por otra parte, Pekín utiliza para probar que las decisiones que se tomaron hace 20 años han probado ser beneficiosas para el país.

"Los esfuerzos continuos del Gobierno por censurar la Historia, aplastar la disidencia y hostigar a los supervivientes contrastan claramente con los impresionantes avances económicos y sociales de las últimas décadas en China", expuso la organización con sede en Nueva York.

En Hong Kong, el único territorio de China en el que se celebran con total libertad diversas actividades para recordar la represión del movimiento estudiantil en 1989, las autoridades de inmigración han frenado en los últimos días la entrada a la ex colonia de varios activistas y del escultor danés Jens Galschiot.

Galschiot es conocido en la ex colonia británica por crear el "Pilar de la Vergüenza", una escultura de 8 metros de altura en bronce y cemento que muestra 50 cuerpos retorcidos en símbolo de los que murieron en Tiananmen, y que actualmente se encuentra expuesta en la Universidad de Hong Kong.

El jefe de Seguridad hongkonés, Ambrose Lee, negó que existiera una "lista negra" para evitar la entrada de disidentes al territorio, si bien admitió que el Departamento de Inmigración tenía una lista de vigilancia, según recoge hoy el diario local "South China Morning Post".

Por su parte, Han Dongfang, uno de los activistas de Tiananmen hace 20 años, y hoy director del China Labour Bulletin (CLB), con sede en Hong Kong, expresó su esperanza de que la actual generación de defensores de derechos civiles y de trabajadores en China "logre los sueños de hace dos décadas de los manifestantes de la Plaza de Tiananmen, pero sin un nuevo derramamiento de sangre".

Según la nota de prensa de CLB, conmemorando el 4 de junio, "muchos de los principales problemas políticos y sociales elevados entonces por los estudiantes y trabajadores en Tiananmen han sido congelados durante 20 años, con pocas mejoras apreciables".

"Gracias a la combinación de un sistema de economía libre de mercado y una ausencia de responsabilidad pública de los dirigentes, la escala y extensión de la corrupción han alcanzado cotas récord", denunciaron, si bien, el hecho de que en los últimos cinco años se produzcan manifestaciones casi "a diario" en todo el país es un "cambio", reconocieron.