La capacidad de producir leche es una de las facetas más eminentemente femeninas del ser humano (junto con el embarazo). Pero eso no implica que existan restricciones absolutas para el sexo masculino. Aunque no es frecuente, los hombres también pueden dar leche y, de hecho, se han documentado varios casos de hombres que han dado de mamar a bebés huérfanos.
Camisa diseñada por Ronnie Österberg para la lactancia paterna.
Pocas cosas resultan tan inherentes al sexo femenino y a la maternidad como es la lactancia. Estamos tan acostumbrados a que la persona que le da el pecho a un bebé sea una mujer que a no pocas personas les parecería extraño o incluso aberrante que un hombre fuera el que realizara esta tarea. Pero, pese a quién pese, existen casos de hombres que han realizado esta maternal tarea y no son pocos los hombres a los que les gustaría compartir esta experiencia con sus mujeres y recién nacidos.
Resulta indudable que el primer obstáculo para los hombres en la fabricación de leche son sus rudimentarios pechos. El grado de desarrollo de éstos es muy desigual entre los dos sexos. Las mujeres tienen en sus delanteras unas glándulas mamarias bien desarrolladas que, tras el embarazo, les permiten producir leche de alta calidad y en abundancia para el bebé. Los hombres, ciertamente, no están tan bien dotados para estos menesteres pero disponen de pezones y cierta cantidad de glándulas mamarias que no dejan la producción de leche en un imposible pero sí en algo infrecuente.
El otro obstáculo que impide a los hombres dar leche es funcional. La prolactina, que podríamos llamar "la hormona de la leche", es la principal implicada en que las mujeres produzcan leche tras el parto. Esta hormona, desde el comienzo del embarazo, va incrementando su cantidad en sangre hasta el momento cumbre del parto, cuando su cantidad aumenta más que nunca.
De normal, tanto hombres como mujeres poseen una pequeña cantidad de esta hormona de la leche rondando por sus vasos sanguíneos. Ahora bien, esta hormona no ejerce su función porque otra hormona, la dopamina, la inhibe completamente. Sólo las mujeres que acaban de dar a luz tienen la suficiente cantidad de prolactina como para vencer a la acción supresora de la dopamina y así ésta pueda llegar a producir leche.
A pesar de estos obstáculos, son variopintas las causas que pueden llevar a que un hombre produzca leche (con suma sorpresa para él), desde las más "naturales" (si el hecho de que un hombre dé leche se puede considerar natural) hasta las más patológicas. Aquí detallamos las más frecuentes, dentro de lo raro del fenómeno:
1. Prolactinoma. Se trata de un tumor benigno en la hipófisis. La hipófisis es una pequeña zona del cerebro que se encarga de producir y regular hormonas. Precisamente por ello, una de las características de este tumor es que aumenta los niveles de prolactina en la persona (de ahí su nombre) y provoca además otros signos y síntomas: Alteraciones en el ámbito sexual (disminución de la líbido, infertilidad) y neurológicas (dolores de cabeza y alteraciones en la vista principalmente).
Como hemos comentado anteriormente, uno de los requisitos para producir leche es tener unos niveles de prolactina elevados. Por ello, el prolactinoma puede dar lugar a la producción de leche en algunas mujeres (sin estar embarazadas ni haber parido) y, más raramente, en hombres. A la producción anormal de leche se le llama galactorrea.
La producción de leche suele acompañarse de un agrandamiento de las glándulas mamarias, fenómeno llamado ginecomastia. Cuanto más desarrolladas estén las glándulas mamarias, más posibilidades habrá de que se produzca leche. Aún así, una ginecomastia no implica directamente que este líquido blanco vaya a brotar mágicamente ni que sea necesaria esta característica para dar leche.
2. Efectos adversos de algunos fármacos. No suele ser frecuente pero algunos fármacos empleados en determinados tratamientos (cáncer de próstata, insuficiencia cardiaca, tratamientos hormonales, trastornos psiquiátricos, etc...) pueden provocar un aumento de los niveles en sangre de prolactina y ocasionar, en última instancia, una producción anormal de leche tanto en la mujer como en el hombre (por supuesto, más frecuente que aparezca en la primera). Son estos efectos adversos por determinados fármacos los que han llevado a que se haya incrementado el número de casos de galactorrea en el mundo. Y, así, que un hombre dé leche ha pasado de ser una cosa extremadamente rarísima a simplemente rara.
3. Estrés y desnutrición extrema. Entre los factores que provocan un aumento de prolactina en sangre se encuentran, además del embarazo, el estrés y la desnutrición extrema. Se tiene constancia de miles de hombres supervivientes de campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial que produjeron leche en algún momento de su recuperación.
4. Nacimiento. Un pequeño porcentaje de los recién nacidos a término (es decir, cuando les toca) tienen la peculiaridad de producir una pequeña cantidad de leche desde el parto hasta dos semanas después. Esta secreción lechosa se llama leche de bruja y se debe a los efectos de los estrógenos maternos que se habían recibido anteriormente por la placenta durante el embarazo. Cuando estos estrógenos van desapareciendo del bebé (aproximadamente en dos semanas) la producción de leche desaparece.
5. Pubertad. En algunos hombres, el brusco cambio hormonal que acontece en la pubertad puede llevar a una producción transitoria y ligera de leche que se revierte con el tiempo.
6. Vejez. Igual que ocurría en la pubertad, los cambios hormonales que ocurren durante la vejez (descenso progresivo de los niveles de testosterona) puede llevar a que algunos hombres produzcan leche.
7. Estimulación mecánica y repetitiva del pecho y los pezones. Es bien conocido el hecho de que una madre adoptiva de un bebé puede dar de mamar si previamente ha recibido durante meses una estimulación contínua de sus pechos (ya sea por un sacaleches o por otro bebé). Algunos autores defienden que si este hecho es posible es las mujeres, puede serlo también en los hombres y, de hecho, se han documentado casos de que esto ha sido así. Además, se sabe que la estimulación de los pechos y los pezones lleva a un incremento de prolactina en ambos sexos.
Claro que nadie dijo que sería fácil. Para que la estimulación logre algo debe hacerse todos los días, durante meses y durante largos periodos de tiempo. Esto se lo pone muy difícil a aquellos padres entusiastas que tienen la ilusión de dar ambos de mamar a su tierno bebé.
Entre los casos más conocidos de lactancia paterna, se encuentran aquellos detallados por el "Compendio de anomalías y curiosidades médicas" de George Gould y Walter Pyle. El libro puede encontrarse completamente online en: Anomalies and Curiosities of Medicine. En él se documentan varios casos de hombres que daban de mamar a bebés, ya sea porque eran huérfanos o porque las madres no podían dar leche en esos momentos. El caso más conocido y reciente de lactancia paterna ocurrió hace 7 años. El periódico "The Mercury" narraba la historia de un habitante de Sri Lanka de 38 años que dió de lactar a dos de sus niñas después de que su mujer muriera tras el nacimiento de su segunda hija.
En el siguiente documental se habla sobre la lactancia paterna, sus tabús y se explica que si un hombre utiliza un sacaleches como mínimo 20 minutos al día en cada pecho durante dos semanas, es posible que produzca leche, ¿algún curioso y con tiempo libre quiere hacer la prueba?
Después de mencionar las principales causas que pueden llevar a un hombre a producir leche es inevitable que surja la pregunta de oro:
Muchos médicos han negado rotundamente que la leche producida por un hombre posea la composición adecuada y la suficiente calidad para un bebé humano. Pero lo cierto es que, tras el análisis de leches de varios hombres producida por causas "naturales", se observó que su composición era prácticamente idéntica a la leche materna. La única diferencia era que no se encontraban algunas enzimas con un papel poco importante. En otras especies animales, en las que también se dan machos que producen leche, se ha comprobado que la composición de la misma es equivalente a la de la hembra.
Aún así, es innegable que la cantidad de leche que puede producir un hombre es muy poca comparada con la mujer y no se sabe la composición que puede tener la leche paterna por causas patológicas. Probablemente, en estos casos la composición varíe. Además, no todos los hombres pueden ser capaces de producir leche por causas "naturales" Así que las mujeres pueden seguir estando tranquilas (o no) porque, en cuanto a lactancia se refiere, ellas y los biberones con leche artificial seguirán siendo las protagonistas.
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