La crisis apenas ha afectado la demanda de café pero sí a los productores, según la OIC

Nueva York.-  La crisis económica internacional apenas ha incidido en la demanda mundial de café, pero sí ha puesto en apuros a los productores, debido a la escasez de crédito, manifestó hoy el director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), Néstor Osorio.

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(EFE)

La volatilidad en los tipos de cambio de divisas locales frente al dólar es otro de los problemas que ha afectado a la industria en los últimos meses. EFE/Archivo

"Esta crisis económica ha creado una importante sacudida en la forma de hacer negocios y en nuestro caso, tanto en el consumo como en la producción, hemos tenido diferentes dificultades", manifestó el ejecutivo colombiano, que desde 2002 dirige la organización que agrupa a casi la totalidad de los países productores de café y a los principales importadores.

Osorio disertó acerca de la situación de la demanda, la producción y los precios, y de sus perspectivas a corto plazo, en un acto organizado por Asociación Colombiano-Americana y otras entidades similares de Ecuador, Perú, Chile y Venezuela, que promueven desde Nueva York las relaciones comerciales con Estados Unidos.

Explicó que la reducción de la actividad económica llevó a muchos a preguntarse si eso provocaría una reducción en las compras y el consumo de café en el mundial.

"Hasta ahora, no ha sucedido así", aseguró Osorio, quien agregó que, si bien puede haberse percibido una corrección en el sector de cafés especiales, "en términos generales, la dinámica de la demanda se ha mantenido" similar a años anteriores, con un incremento anual de casi dos millones de sacas o de entre el 1,5% y 2%.

No descartó, sin embargo, que merme algo el consumo en los mercados emergentes en los que el café no forma parte de la cesta de productos habituales, y mencionó a ese respecto los países del centro de Europa, China o Rusia.

"En el lado de la producción, tenemos un problema importante", afirmó el director ejecutivo de la OIC, quien aludió al efecto perjudicial que la fuerte restricción del crédito y de liquidez tiene en la actividad de los productores.

La volatilidad en los tipos de cambio de divisas locales frente al dólar es otro de los problemas que ha afectado a la industria en los últimos meses y a los ingresos de los productores en diversos países, incluidos Brasil y Colombia, según Osorio.

Respecto a los precios, explicó que, después de la crisis de los años 2000 y 2001, en la que había un exceso de oferta, éstos continúan en una fase firme de recuperación iniciada en 2005.

En cuanto a la producción mundial, señaló que en las dos últimas décadas ha dependido en gran medida de los ciclos en Brasil, donde el pasado año se registró una cosecha oficial de alrededor de 45 millones de sacas de 60 kilos y para este año se prevén 39,1 millones, aunque agregó que otros cálculos no oficiales son más elevados en ambos casos.

El directivo señaló que las cifras que ha registrado ese país, el mayor productor de café del mundo, "sugieren que no se ha creado nueva tierra" para ese cultivo y ello indica que "los empresarios no están invirtiendo en café", debido en parte también a la rentabilidad que ofrecen otro tipo de plantaciones, como el azúcar de caña o la soja.

Las perspectivas de la OIC son de una producción mundial de entre 125 y 128 millones de sacas, según Osorio, quien destacó el papel cada vez más relevante que juega Vietnam, mientras que ha decrecido sensiblemente la producción en Costa de Marfil y otros países africanos.

En cuanto a Colombia, señaló que la producción en los últimos años ha estado en torno a los 11 millones de sacas anuales y que el cálculo oficial para este año es de 10,5 millones, aunque la cifra real se conocerá en septiembre.

"Todo dependerá de lo que ocurra en los próximos meses", afirmó.

Osorio manifestó que el persistente incremento de la demanda de café en los últimos nueve años, en los que ha subido en unos 20 millones de sacas, "muestra que es un sector muy dinámico" y que ofrece innovaciones en productos y en la forma en que llega al consumidor, como se ha percibido en Estados Unidos, Japón o Europa.

"Eso indica que hay un futuro claro para la industria del café y ni siquiera esta crisis será un freno, ni en los países consumidores ni en los productores", afirmó.