De peregrinaje en busca de una sucursal bancaria

Muchos españoles se han acostumbrado en los últimos años a tener el banco a la puerta de casa. Era fácil, puesto que España es el país con más sucursales bancarias por habitante del mundo —contamos con cerca de 40.000, según la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas)—. Muchas de ellas abiertas a golpe de hipotecas. Pero este panorama está cambiando, ya que en los planes de futuro de la mayoría de las entidades financieras se incluyen las tres palabras 'malditas': "cierre de oficinas". La era dorada del sector ha terminado y la crisis va a afectar a la atención bancaria que recibimos. ¿Dónde iremos ahora con nuestros ahorros? ¿Con quién renegociaremos la hipoteca?

FreeCat (Flickr)

Algunos se darán una buena caminata.

Santo y seña

"Hay que cerrar oficinas y reducir gastos al máximo. Y el que no se dé cuenta de esto y no lo haga, está perdido", defiende el Banco Popular. Éste es el santo y seña de las entidades financieras, que son conscientes de que sobran sucursales porque "encaran con una red comercial planeada para un periodo de gran expansión económica unos años en los que los volúmenes de negocio van a ser mucho menores", explica Manuel Romera, director del sector financiero de la IE Business School. Ahora toca apretarse el cinturón, ahorrar costes y optimizar recursos, tal y como han aconsejado tanto la ministra de Economía, Elena Salgado, como el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? El incremento de la morosidad y el desmesurado ritmo de aperturas de los últimos años son las principales causas del problema que aqueja a nuestra banca.

Según Marcos Diéguez, director de retail de la consultora Atisreal, durante el boom inmobiliario, "la creación de nuevos desarrollos urbanísticos ha ido acompañada de la apertura de sucursales para dar servicio a todas las hipotecas que se contrataban". Entonces, eran un negocio seguro, pero la paralización del mercado de compraventa de viviendas "ha hecho innecesarias estas oficinas que, hoy por hoy, no tienen un fondo de comercio lo suficientemente fuerte para sufragar el alquiler del local", explica este experto.

¡Ojo! si tienes la cuenta en una pequeña caja

Las que más excesos han cometido han sido las cajas de ahorro, que en la última década han pasado de tener una red de 17.582 oficinas, a sumar casi 25.000, frente a las 15.000 con que cuentan los bancos. Es por ello que Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea, cree que serán precisamente las cajas las que más recortes tengan que hacer. "No tiene sentido que una caja provincial tenga fuera de su ámbito tantas sucursales", afirma este experto, quien considera que ahora se replegarán geográficamente "hacia las zonas donde su actividad inicial encontraba justificación". Por lo que serán los clientes de las sucursales de este tipo de entidades quienes más problemas pueden tener.

De momento, se han puesto manos a la obra tanto cajas de ahorros como bancos. Banesto, por ejemplo, ha iniciado 2009 con 31 oficinas menos; La Caixa, que es la entidad con más sucursales del país (5.577), ha anunciado el cierre de 150 sucursales este año y otras 100 el que viene; BBVA ya ha cerrado 220; el Popular ha echado el cierre a 40 en el primer trimestre, y planea hacer lo propio con otras 20 ó 30 más; Banco Pastor se ha deshecho de casi una veintena; Caja Granada, de diez; y la reorganización de Caixanova supondrá el cerrojazo de 27 oficinas. La última en sumarse al carro ha sido Cajasur, que para mantenerse a flote replegará la fuerza expansiva desplegada en los últimos años de vuelta a sus cuarteles tradicionales: Córdoba y Jaén.

Algunas preguntas

¿De qué sirve vender?: "Estas ventas generan plusvalías que aumentan los fondos propios de las entidades financieras que, además, consiguen captar liquidez inmediata, y si encima reducen gastos, mucho mejor", explica Echavarren.

¿Dónde está el límite?: Existe una teoría, basada en los créditos gestionados —cada sucursal de banco gestiona una media de 51 millones frente a los 35 millones de cada oficina de caja de ahorros—, que defiende que, para equilibrar el mercado, las cajas deberían eliminar unas 7.885 oficinas, es decir, un 31,5% de su red actual. Sin embargo, para Romera, lo ideal sería que la red de sucursales financieras total se redujera "en un 25%", aunque "valdría con una reducción del 15%-20%, que es lo que se está planteando".

Fresco Tours (Flickr)

Algunos se quedarán dormidos camino a cobrar su pensión.

Echavarren, por su parte, apunta que no todos los locales son vendibles. "Muchos de ellos no son versátiles y tienen una difícil colocación en el mercado", afirma.

¿Qué ocurre con el empleo?: En estos momentos, las 286 entidades financieras existentes en España, entre bancos, cajas y cooperativas de crédito, suman una plantilla global de 270.855 trabajadores —135.000 en las cajas y 115.000 en bancos—, según el Banco de España. Para evitar despidos, las entidades financieras que cierran sucursales están apostando por reubicar al personal, ofrecerles bajas incentivadas o prejubilaciones, o simplemente por no renovar las bajas que se vayan produciendo. Y los sindicatos confían en que la situación continúe así, por lo que no se muestran preocupados.

Sin embargo, ¿será posible continuar con estas fórmulas cuando se generalicen los cierres? Para Romera "es incuestionable que tarde o temprano habrá que reducir el empleo".

Otras recetas

Y es que el futuro no pinta mucho mejor. "2009 se presenta como un ejercicio muy complicado para la banca, pero 2010 lo será aún más", vaticinan desde el Popular. El fantasma de las fusiones planea sobre las cabezas de muchos banqueros, y éstas "serán un acicate para los cierres", opina Romera.

Sin embargo, hay quien apunta fórmulas muy diferentes al cierre indiscriminado de sucursales. Desde la consultora Tatum, apuntan varias 'recetas':

• Abrir menos horas al día las sucursales menos rentables, una opción que defiende el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, para las oficinas ubicadas en pequeños pueblos.
• Cerrar determinados días, como los sábados, algo que ya habían propuesto los sindicatos a la Asociación Española de la Banca y que algunas entidades se plantean ahora a título individual ante la negativa de la patronal bancaria de abordar este asunto en la negociación colectiva del sector.
• Vender productos no financieros.
• Aliarse con otras entidades para compartir gastos.

Además, para evitar despidos algunas entidades, como Caixa Galicia y Caixa Catalunya, están vendiendo sus oficinas, pero siguen trabajando en ellas a cambio de pagar un alquiler y de la posibilidad de poder recomprar los locales en unos 10 ó 20 años. Es lo que en la jerga inmobiliaria se denomina "sale and leaseback", "un producto muy interesante para los inversores", según Diéguez, ya que se garantizan un alquiler durante varios años.

Si intentamos mirar mucho más allá de los dos próximos años, puede que el panorama bancario se reduzca aún más. Son muchos los que ya sólo operan on line. De hecho, algunos expertos consideran que Internet puede ser la 'puntilla' para la red de oficinas bancarias existente. "En una sociedad cada vez más cibernética, gran parte de la operativa bancaria diaria se puede realizar a través de Internet, un proceso cuya evolución sólo va a ir a más en los próximos años", dice en su blog sobre finanzas el Sr. McCoy. En su opinión, en nuestro país "sobra el 40% de las sucursales bancarias", porque en un futuro no muy lejano "se generalizará la existencia de cajeros sin soporte bancario físico que los ampare (como ya existen, por ejemplo, en el Metro de Madrid), y proliferarán pequeñas oficinas para el desempeño de tareas de caja, que serán apoyadas por unos servicios centrales potentes".

No lo tiene tan claro Echavarren, quien opina que la reducción de la red bancaria es algo "coyuntural", y que volverá a ampliarse "cuando se recupere el mercado".

Sea como fuere, al menos de momento muchos tendrán que ir haciéndose a la idea de que les va a tocar decir adiós al confidente, al amigo, al asesor en que se había convertido el director de su sucursal; y otros tendrán que aceptar que acudir al banco se puede convertir en toda una excursión. Aunque también habrá afortunados para quienes su vida financiera no sufra ningún cambio, sobre todo para los más acostumbrados a hacer operaciones on line.