Angustia social

Dice un lector que apesto. No es un problema de higiene personal, sino algo mucho más complejo de posible origen freudiano, puesto que me acusa de estar "a mitad de camino de todo, pero un palmo por encima del resto de los mortales". Puede que este anónimo seguidor del blog tenga razón, y deba agradecerle su subliminal manera de proponerme un tema de reflexión, utilizándome como modelo, sobre la incapacidad para el análisis personal, el reproche y la autocrítica. La falta de conciencia moral, para que ustedes me entiendan.

Emilio Naranjo (EFE)

Está de moda con Camps.

El señor anónimo dice que apesto porque paso del campo a Nueva York "sin pestañear". Y hay mucha verdad en sus palabras. El camino de retorno, sin ir más lejos, se me está haciendo insoportable. No es fácil abandonar una Nueva York que, por ejemplo, mientras escribo estas líneas presenta en sociedad, en su flamante Museo de Ciencias Naturales, a un primate de 47 millones de años que podría convertirse en el eslabón perdido. Y no es fácil sobre todo porque en España te están esperando Camps y Trillo.

Los eslabones perdidos no siempre resultan excitantes. Camps y Trillo, sin ir más lejos, son decepcionantes en su mediocridad. Y en su actitud vital, "a mitad de camino de todo, pero un palmo por encima del resto de los mortales". Y como dice el lector crítico, por esa alergia a enfrentarse a la realidad "sin pestañear". Gracias, querido amigo, por recordarnos que debemos cuidarnos de la ausencia de moral, de la indecencia, de la corrupción. Es la única manera de evitar esa pestilencia que tanto le molesta. Me temo que, una vez más, Freud tenía razón: "Nuestra conciencia no es el juez incorruptible que los moralistas suponen; es, tan sólo, en su origen, 'angustia social', y no otra cosa".

P.D.

Dicen en TVE que van a terminan con la publicidad. Incluso han puesto en la calle a un presentador, Manuel Torreiglesias, por hacer publicidad encubierta. Dadas las circunstancias, ¿cómo calificarían ustedes la inclusión en el Telediario de una pieza sobre "El hombre del baobab", libro escrito por David Cantero, presentador de los Telediarios del fin de semana? ¿Publicidad normal y corriente, pero gratis? ¿Publicidad encubierta? ¿Información?

Un motivo para no ver la televisión

Steve Earle.

Cd: Townes.

New West Records

Steve Earle tenía una cuenta pendiente con su viejo amigo y maestro Townes Van Zandt. Y acaba de saldarla. Van Zandt es uno de los grandes cantautores tejanos, una leyenda que escribió canciones enormes, vivió deprisa y murió de mala manera, mucho antes de tiempo, sin haber dado el salto a las grandes ligas. Earle arrancó su carrera de la mano de Van Zandt, pero luego abandonó la sombra del autor de 'Pancho and Lefty' para sumergirse en una debacle de cocaína y cárcel.

Este disco, un homenaje apasionado al malogrado Townes Van Zandt, era necesario. Y en él podemos disfrutar de un Arle en plena forma, reinterpretando con una banda (batería, bajo, guitarras, mandolinas, armónicas...) algunas de las mejores canciones jamás escritas en Norteamérica. Imprescindible.