El juez imputa a tres trabajadores por el vertido de Froxá al río Besaya

Torrelavega.-  El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Torrelavega ha acordado tomar declaración como imputados a tres trabajadores de Froxá encargados del mantenimiento y control de la empresa, en relación con el vertido de amoniaco al río Besaya en julio de 2008 que causó la muerte de miles de peces.

ampliar foto

(EFE)

Pocos días después, el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, tras recibir el informe de la Guardia Civil, aseguró que el vertido de amoniaco localizado en el río Besaya "salió de un tubo de la empresa Froxá", razón por la que remitió el informes a la Confederación Hidrográfica y a la Fiscalía de Cantabria. EFE/Archivo

Además, a través de una providencia ha decidido ordenar la toma de declaración como testigos de varias personas que podrían haber observado el vertido, así como a diversos peritos que han emitido informes sobre los daños ocasionados por el vertido, han informado hoy a EFE fuentes jurídicas.

El magistrado también ha ordenado la realización de varias pruebas solicitadas por la Fiscalía, entre ellas el análisis toxicológico de los peces muertos para determinar las causas de su muerte y su relación con las operaciones de la empresa Froxá.

La decisión judicial toma en consideración las pruebas pedidas por las distintas partes personadas en este proceso, entre ellas el colectivo Ecologistas en Acción, la empresa Johnson Controls -encargada de los trabajos de mantenimiento en las instalaciones de Froxá de Santiago de Cartes-, y la propia firma cántabra.

Como consecuencia de estas diligencias penales, han quedado paralizados los expedientes sancionadores incoados por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, la Dirección General de Biodiversidad y la Subdirección General de Gestión Integrada del Dominio Público del Ministerio de Medio Ambiente, cuyos expedientes deberán ser remitidos al Juzgado.

La propia Froxá rechazó hace varios meses cualquier responsabilidad en el vertido de amoniaco al río Besaya y aseguró que el incidente se produjo cuando una firma subcontratada -Johnson Controls- realizaba el mantenimiento de los circuitos de refrigeración.

Según su versión, ningún operario de Froxá estuvo presente durante estos trabajos de mantenimiento salvo los servicio de vigilancia, ya que además el 25 de julio era festivo.

Incluso, los propietarios de Froxá anunciaron que pedirían a Johnson Controls que expliqué cómo se produjo el incidente y su participación en el mismo, además de adelantar que le reclamaría las correspondientes indemnizaciones si se demuestra su responsabilidad directa en el incidente.

Pocos días después, el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, tras recibir el informe de la Guardia Civil, aseguró que el vertido de amoniaco localizado en el río Besaya "salió de un tubo de la empresa Froxá", razón por la que remitió el informes a la Confederación Hidrográfica y a la Fiscalía de Cantabria.

Por su parte, la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad abrió un expediente sancionador por el vertido de amoniaco al río Besaya, que en caso de determinar la existencia de una falta muy grave conllevaría una multa de entre 200.000 y 2 millones de euros.