Cuatro detenidos en la operación "Tuareg" contra una banda organizada en robos

Don Benito (Badajoz).-  La Policía Nacional ha detenido en Villanueva de la Serena (Badajoz) a cuatro personas, tres varones y una mujer, como componentes de una banda organizada dedicada a la sustracción de vehículos de alta gama, robos en naves industriales y establecimientos comerciales, y que incluso llegó a secuestrar y torturar a una persona.

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(EFE)

La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, y el director General de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez López, en una imagen de archivo. EFE/Archivo

La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira; el jefe superior de Policía en la región, Ángel Galán; y el inspector jefe de Don Benito-Villanueva, David Cervera, han informado hoy en rueda de prensa de esta operación policial, denominada "Tuareg".

Desde el pasado mes de enero, según han explicado, agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaria Local de Don Benito-Villanueva de la Serena investigaban el aumento de robos con fuerza en establecimientos comerciales de la zona, así como la sustracción de vehículos de alta cilindrada.

Como consecuencia de estas investigaciones, el pasado 15 de mayo fueron detenidas estas cuatro personas tras el registro de los domicilios de Villanueva de la Serena donde residían.

La investigación policial permite comprobar cómo vehículos sustraídos en Don Benito o Villanueva de la Serena aparecen en Burgos y que coches robados en esta localidad castellanoleonesa son hallados en la comarca extremeña de las Vegas Altas del Guadiana.

Esto hace pensar a los investigadores que los implicados o bien residen en uno de esos tres lugares o tienen información de esas ciudades por terceras personas, por lo que se ponen en contacto con la Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Burgos para recabar toda la información que puedan aportar sobre los hechos delictivos.

A partir de ahí se consigue identificar a un delincuente nacido en Villanueva de la Serena, pero residente desde su niñez en Madrid y Burgos, y que recientemente había vuelto a vivir en un piso de Villanueva.

A partir de ese momento todo el esfuerzo de los investigadores se centra en comprobar quiénes forman el grupo organizado criminal y cuáles son sus posibles domicilios.

De esta forma se va comprobando su alta especialización por el tipo de herramientas utilizadas y su organización, y se centra la vigilancia en un piso en el casco urbano y una casa de campo en las afueras de Villanueva, donde residen los cuatro detenidos.

Con posterioridad pudo saberse que también habían perpetrado el secuestro de una persona a la que habían introducido en el maletero de un vehículo para trasladarse posteriormente a la casa de campo, donde le mantuvieron maniatado a una silla y fue sometido a todo tipo de vejaciones y torturas.

Los detenidos son A.A.E, natural de Burgos, de 28 años y con seis detenciones anteriores por delitos contra el patrimonio y contra la salud pública; I.H.C, nacido en Villanueva de la Serena pero residente desde su niñez en Madrid y Burgos, de 30 años y al que le constan un total de 27 detenciones por delitos contra el patrimonio, trece reclamaciones judiciales y varias reclamaciones policiales.

Asimismo, han sido detenidos E.H.C., nacido en Villanueva de la Serena, pero residente desde su niñez en Madrid, de 27 años, con dos detenciones anteriores por delito de robo; y M.G.O, natural de Madrid, de 22 años de edad y que carece de antecedentes.

Entre los efectos intervenidos hay un vehículo Marca Volkswagen Passat, denunciado como sustraído en Burgos, siete televisores de pantalla plana, cinco ordenadores, numerosas herramientas, electrodomésticos, seis equipos Hl-FI, una caja fuerte, videoconsolas, gran cantidad de cuchillos y un arma corta automática, calibre 7.65, en perfecto estado de conservación y uso y con siete cartuchos completos.

También se han incautado otro arma larga, 24 llaves de vehículos, de distintas marcas, en su mayoría de alta gama y un aparato suministrador de descargas eléctricas, usado contra la víctima del secuestro, además de la silla donde la tuvieron atada con sus bridas de plástico y cordeles para atar su cuerpo y pies.

El valor aproximado de los efectos intervenidos podría sobrepasar los 50.000 euros.