El Gobierno y los grupos apelan al consenso para lograr el mejor plan de cooperación

Santander.-  La vicepresidenta del Gobierno regional, Lola Gorostiaga, ha pedido hoy a los grupos parlamentarios que mantengan el mismo espíritu de consenso que ha presidido la redacción del primer plan de cooperación de Cantabria, el instrumento que guiará las políticas en este ámbito hasta 2012.

Gorostiaga ha presentado ante la Comisión de Empleo y Bienestar Social las líneas maestras de este plan, que fue aprobado por el Gobierno en noviembre y que establece el objetivo de destinar el 0,7 por ciento del presupuesto de la comunidad a cooperación en 2012.

Los grupos parlamentarios socialista, regionalista y popular tendrán de plazo hasta el sábado para presentar propuestas al documento, que será debatido en el pleno, pero hoy ya han adelantado su intención de consensuar esas sugerencias para conseguir el mejor plan para Cantabria.

Además de apelar al consenso, Gorostiaga les ha pedido que tengan en cuenta que el plan no es sólo del Gobierno y del Parlamento, sino de "toda la sociedad de Cantabria", que ha participado en su elaboración, y les ha planteado que "no enmienden demasiado la plana" a quienes llevan muchos más años que las instituciones trabajando en la cooperación al desarrollo.

La necesidad de contar con este plan se recoge en la Ley de Cooperación, que fue aprobada con el respaldo de todos los grupos en 2007, ha recordado la vicepresidenta, quien ha subrayado que ahora hay que estar más comprometidos que nunca con el reto de alcanzar el 0,7 por ciento en la ayuda a los más desfavorecidos y que el Gobierno "no va a retroceder" en el desarrollo de esas políticas.

La también consejera de Empleo y Bienestar Social ha explicado que, con este documento, la región se incorpora a la apuesta por la planificación estratégica de la cooperación descentralizada y lo hace en un momento de maduración de esa cooperación en España, tanto desde el punto de vista político, con un Gobierno central "que cree en los resultados de una adecuada política" en esta materia, como social.

"Nuestra sociedad está comprometida con el desarrollo sostenible de los millones de ciudadanos del planeta, que en pleno siglo XXI, sufren en primera persona las consecuencias más nefastas de una globalización despiadada", ha dicho.

El plan persigue, según Gorostiaga, que Cantabria de un "salto cualitativo" en estas políticas y establece tanto los ámbitos de actuación prioritarios como los países que preferentemente recibirán apoyo, aunque también permite actuar de una forma más flexible si es necesario.

Así, Cantabria se fija como objetivos la mejora de la educación, la sanidad, el abastecimiento de agua y el saneamiento, el fortalecimiento de las administraciones locales y de la sociedad civil, el apoyo y fomento de los sectores productivos locales y el fortalecimiento de los derechos humanos.

Los países y territorios en los que se actuará son El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, en Centroamérica; Ecuador, Bolivia, Colombia, Perú y Paraguay, en América del Sur; Sahara, Marruecos, Palestina y Mauritania; el África Subsahariana, y en el Caribe, la República Dominicana, Cuba y Haití.

Para la portavoz del PP, Marta Guijarro, se han fijado demasiados objetivos y prioridades sectoriales y geográficas que, a su juicio, deberían reducirse en un plan estratégico como éste, sin menoscabo de que se pueden incluir en los planes operativos que se vayan redactando.

Guijarro también cree que hay que actualizar el texto en algunos aspectos, porque su redacción ha sido larga y no se alude a iniciativas importantes como los pactos contra la pobreza y ha opinado que "no hay que tener miedo" a introducir cambios para mejorarlo porque las ONG "son las primeras que quieren un plan bien hecho".

Los tres grupos han coincidido en que es posible un acuerdo sobre el plan incluso antes de que sea debatido en el pleno. En ese sentido se ha expresado la socialista Ruth Carrasco, quien cree que ese consenso es uno de los principales valores de un documento "ambicioso pero absolutamente realista".

También para la regionalista Matilde Roiz la participación y el diálogo son los que "otorgan fortaleza" a este plan, que ve la luz en un momento crítico en que el que "es más necesario que nunca adquirir un compromiso con los más débiles".