Algunas de las cosas que ZP y Rajoy nos esconden hasta después del 7-J

"Hasta después de las europeas no hay nada que hacer: vuelva usted después del 7-J"... La frase funciona como un latiguillo desde hace meses. Cada vez que un financiero, economista, catedrático o periodista pregunta a dirigentes del PSOE o del PP sobre algún tema pendiente de acuerdo o por alguna medida que resulte impopular entre sus potenciales votantes —según el criterio de sus asesores de imagen y de las encuestas—, suena el eslogan asumido como lo más natural.

Rajoy y ZP, congelados.

Para después del 7-J están parados, entre otros, asuntos tales como el acuerdo sobre el Fondo de Reestructuración Bancaria, una petición del Parlamento del pasado 17 de marzo, clave para evitar alarmismos y consejos de ministros extraordinarios en caso de que haya que intervenir otra entidad financiera; o la Conferencia de Presidentes Autonómicos, el debate y verdadera posición del PSOE sobre la energía nuclear y la prolongación de la vida de Garoña, la central sobre la que deberían decidir antes del 5 de junio.

Por no hablar de todas las medidas estructurales, desde la negada y manipulada reforma del mercado laboral, hasta las pensiones, que se quedarán aparcadas en función de los intereses políticos y electorales a corto plazo de uno y otro partido. "Sí, es verdad que uno gobierna —ZP— y tiene que tomar decisiones que no toma, y por eso es responsable de todo lo que no hace. Pero el otro —Rajoy— hace demagogia de todo aquello que puede, como las pensiones o la situación del sistema financiero, cuando deberían ser tratados cuasi como temas de Estado, dada la situación de crisis global en la que estamos", reflexiona un catedrático y sociólogo, experto en temas demoscópicos.

Un ejemplo lamentable

En el terreno económico, quizá el ejemplo más lamentable de los temas aparcados por los intereses electorales sea la aprobación del llamado Fondo de Reestructación Bancaria, un proyecto que el Ministerio de Economía recogía dentro de su hoja de ruta de la crisis y que, elaborado por el Banco de España, establecía la creación de un fondo que permitiría la recapitalización de bancos y cajas que tengan insuficiencias de capital pero resulten viables.

Además, en ese proyecto se incluiría eliminar la "aberración" de que cada vez que haya que intervenir una entidad por parte del Banco de España tenga que convocarse un Consejo de Ministros, que como en el caso del extraordinario para Caja Castilla-La Mancha celebrado un domingo siembra más alarmismo para el sistema financiero que la misma intervención de una entidad.

Aunque básicamente, PSOE y PP están de acuerdo en que esa norma debe ser aprobada por los dos partidos, e incluso no difieren demasiado de los contenidos que han visto los bancos, que ya han dado su visto bueno —el consejero delegado del Santander Alfredo Saénz así lo hizo en la última presentación de resultados de la entidad—, Zapatero y Rajoy han decidido que no van a escenificar una votación o un acuerdo antes del 7-J, así caigan chuzos de punta entre bancos y cajas.

"La ministra Salgado no nos ha llamado ni tenemos noticias del Fondo, aunque nosotros ya dejamos claro lo que pedíamos", explican fuentes de las cajas de ahorros. Juan Ramón Quintás, director general de la CECA, ya ha explicado en sus comparecencias en el Congreso y fuera de él que ese fondo debe de ser voluntario, solvente, temporal y con la condición añadida que de las entidades que se acojan presenten un plan de viabilidad y solvencia asumible. Pero ni rastro de en qué situación se encuentra el Decreto.

Fuentes oficiales del Ministerio de Economía ni confirman ni desmienten que ese Fondo vaya a ser aprobado antes de las europeas "porque no lo sabemos aún". Y lo mismo sucede con la convocatoria de la conferencia de Presidentes, pospuesta por el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, para después del 7-J. Y eso que la citada conferencia tiene por objetivo centrarse en la crisis económica, siempre menos urgente que los resultados electorales para los políticos.

Claro que esa conferencia fue pospuesta en función de otra hipótesis que no se ha cumplido. Y es que Zapatero esperaba llegar al Debate de la Nación, que comienza hoy, tras haber llegado a un acuerdo sobre el nuevo sistema financiación autonómica en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Lo que debería haber sido uno de sus ases en la manga para esta mañana se ha quedado en compás de espera sine die, con siete comunidades del PP y siete del PSOE, tras ganar Galicia los 'populares'.