El partido de Torrijos arriesga el triunfo por el pasado militarista de su candidata

Panamá.-  El gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) afronta las elecciones de este domingo en Panamá con una clara desventaja, marcada por las encuestas, que es achacado al pasado militarista de su candidata, Balbina Herrera.

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(EFE)

La designación de Herrera ha sido el "error" que dificulta seriamente al PRD mantener el sillón presidencial y no su gestión gubernamental de los últimos cinco años. EFE/Archivo

Los analistas consultados hoy por Efe coinciden en que la designación de Herrera ha sido el "error" que dificulta seriamente al PRD mantener el sillón presidencial y no su gestión gubernamental de los últimos cinco años.

El pronosticado triunfo del opositor Ricardo Martinelli, de Cambio Democrático, se presenta como un "rebote" del rechazo a Balbina.

El presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, Roberto Eisenman, aseguró a Efe que la candidatura de Herrera "ha sido el suicidio del PRD".

Hace un año, cuando aún no se conocían las postulaciones oficiales a la presidencia, "era impensable creer que el PRD podía perder las elecciones, pero luego eligieron a Balbina y se pegaron un tiro en la sien", recordó.

Este "error de cálculo" le va a salir caro al partido en el gobierno, que "seguramente perderá las elecciones", se aventuró a pronosticar Eisenman, aunque reconoció que la verdadera encuesta es la del próximo domingo.

El amplio respaldo que obtuvo Herrera dentro de su partido durante sus elecciones primarias, opinó, no se refleja en la totalidad de la sociedad panameña, que la sigue viendo como una "varillera", una de los violentos defensores del "norieguismo" que se atacaron con varas en las calles a quienes apoyaban la invasión en 1989 de Estados Unidos a Panamá.

En el panorama electoral que describe Eisenman, Panamá no ha perdonado los pecados de la dictadura, que inició en 1968 con un golpe de Estado del fallecido general Omar Torrijos y terminó en 1989 con la invasión de Estados Unidos para derrocar al ex general Manuel Antonio Noriega, último heredero del régimen militar que avaló el PRD desde su fundación, en 1979.

"El PRD, ahora demasiado heterogéneo, ha demostrado ser el peor enemigo del PRD", sentenció Eisenman, empresario y periodista, fundador del diario La Prensa de esta capital y ex director de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Martinelli, añadió, es un candidato que se presenta desde la "periferia", con un partido nuevo, propio, que se opone a las formaciones políticas tradicionales para ofrecer "un verdadero cambio".

El cardiólogo y columnista político panameño Daniel Pichel señaló, por su parte, que el voto de este domingo "es un voto sin entusiasmo por el menos malo".

"Por no votar a Balbina se vota por Martinelli", que ha sabido aprovechar la división interna del PRD y la baja apreciación de la gestión del Gobierno, por ineficaz, a pesar de la alta popularidad del presidente Martín Torrijos, que acaba su gestión con un 57 por ciento de aceptación, señaló.

Han pesado más "los pecados del pasado", Balbina Herrera "es una cara del gobierno dictatorial y Panamá no lo ha olvidado", sostuvo Pichel, de acuerdo con las encuestas que auguran la derrota del PRD por catorce puntos porcentuales.

El médico reconoció que el PRD ganó ya dos elecciones tras la invasión, pero con dos candidatos, Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) y el propio Martín Torrijos (2004-2009), que no estaban identificados directamente con el "norieguismo".

El analista político panameño José Isabel Blandón, antiguo miembro del PRD y colaborador de los gobiernos militares, recalcó la "decepción" con la que acudirán los panameños a las urnas y coincidió en que el "voto de castigo" contra la administración política del país beneficiará a Ricardo Martinelli, que se presenta como el "antisistema".

"El PRD cometió el error de escoger a una candidata que representa al sistema político establecido, que es justo lo que rechaza en este momento la sociedad panameña", sostuvo a Efe Blandón, seguro de que "es muy difícil que el domingo se revierta la tendencia marcada por las encuestas".

Tras 40 años de alternarse en el poder, ni el PRD ni el Partido Panameñista (PP) han conseguido resolver los problemas estructurales del país, como la desigual repartición de la riqueza, la educación y otros servicios públicos, añadió.

Este domingo, 2,2 millones de panameños eligen entre un cambio por el que muchos se confiesan "locos", reza el más popular eslogan de Cambio Democrático, o un continuismo "de corazón" que mantendría en el poder por cinco años más al actual partido gobernante.

El último sondeo electoral, divulgado el pasado 27 de abril, concede a Martinelli un 55 por ciento de la intención de voto y el 41 a Balbina.

La contienda presidencial está claramente polarizada entre Herrera y Martinelli, aunque también se postula al cargo el ex presidente (1989-1991) Guillermo Endara, de Vanguardia Moral de la Patria, que cuenta con un cuatro por ciento de la intención de voto.

Se estima que un 18,4 por ciento de los votantes no ha resuelto aún a quién dará su voto y que el 8,9 por ciento no votará por ningún partido.