"Las mujeres lideran la cultura de la bicicleta urbana en EEUU"

Hoy comienza a rodar la Criticona, la primera edición de la masa crítica internacional que se celebra en Madrid. Ciclistas de todo el mundo se lanzarán al asfalto para reivindicar su espacio junto a los coches. Hemos buscado a George Bliss, el diseñador neoyorquino que hace 17 años acuñó el término de "Masa Crítica".

George Bliss junto a la puerta de su tienda de bicis

"Hola, George Bliss al habla", nos responde una voz grave al marcar el número de la tienda neoyorquina de bicis Hub Station Soho, en West Village. "¡Qué buena noticia!", se alegra cuando le hablamos de la Criticona en Madrid. "La naturaleza de este movimiento es maravillosa".

—¿Por qué entonces no se te ve desde hace mucho tiempo en este tipo de protestas?

Lo cierto es que pese a animar a todo el mundo a sumarse a estas concentraciones de bicis, Bliss muestra algunas críticas con este movimiento al que dio nombre él mismo en 1992. Como cuenta este diseñador de bicis urbanas, "desafortunadamente la masa crítica que me ha tocado vivir es la de Nueva York, un evento que ha acabado convirtiéndose en el juego del escondite entre ciclistas y policías: se celebra cada viernes después de trabajar, pero cada vez en un sitio diferente: los ciclistas cambian los trayectos para evitar a los agentes". Además, añade, "se producen muchos accidentes y resulta peligroso sobre todo para los niños y la gente mayor; es una lástima, pero la belleza de que tanta gente coja la bici debería ser celebrada incluso por la policía", lamenta.

Cuando Bliss viajó en 1992 a China para observar cómo las dos ruedas se integraban en la sociedad asiática, pensaba que el problema de que los estadounidenses no visualizaran la bici como un medio de transporte lo tenía el coche. Hoy no piensa lo mismo. "En la actualidad siguen existiendo muchos problemas en EEUU para que la gente se suba al sillín y creo que el problema real proviene de nuestra propia cultura de la bici, de la forma en que percibimos este vehículo". Bliss compara su país con España: "He oído que los españoles tenéis el mismo problema que nosotros, aunque lo cierto es que en ciudades como Barcelona ya se están dando los primeros pasos para integrar la bici en la ciudad. Un ejemplo es la creación del Bicing que está haciendo cambiar la Ciudad Condal".

Bliss diseña bicis urbanas en su tienda y conoce muy bien la industria que gira en torno a las dos ruedas. "El hecho de que en los años 60-70 la industria comenzara a comercializar las bicicletas de montaña ha hecho que la gente vea la bicicleta como un deporte. Hoy, el 85% de las bicis que ves en las tiendas son de montaña, y las bicis urbanas se encuentran con una gran competencia. Cuando la compañía Schwinn puso de moda las bicis deportivas, las que antes se utilizaban —muy similares al estilo europeo— pasaron a un segundo plano", lamenta este neoyorquino.

Según el diseñador, los ciclistas que ven la bici como un deporte tienen una actitud que no ayuda a promover el uso de las dos ruedas como medio de transporte. "Conducir a gran velocidad, con casco y con ropa especial no atrae a las personas que no suelen montar en bici. Otra cosa sería ver gente bien vestida pedaleando y sin la necesidad de llevar casco, como ocurre en Holanda. ¡En EEUU ver a un hombre de negocios en bici con su traje resulta ridículo!". Afortunadamente, en los últimos años, "las mujeres se muestran más preocupadas por ir guapas sobre las bicis, y son precisamente ellas las que reclaman unas bicis más bonitas, urbanas y con un estilo europeo; las mujeres están liderando la cultura de la bicicleta urbana en este país".

Matt semel (Flickr)

Ciclistas celebran la masa crítica en Times Square (NY)

Por esto mismo, Bliss entiende la masa crítica como una forma de protesta, pero no como una solución al problema. Nos da un ejemplo: "Pongámonos en el caso de un conductor que va por la carretera y se cruza con cientos de ciclistas. ¡Se quedará perplejo! Pero ¿esa persona querrá pertenecer a ese grupo? Probablemente no, porque se siente más seguro en su coche que en una bicicleta", cuenta este neoyorquino, que nos invita a ponernos en el lugar de los no ciclistas para saber la mejor manera de promover el uso de las dos ruedas. "Quizás ese conductor se sentiría más seguro si viera a un ciclista en una bici atractiva, vistiendo ropa elegante y conduciendo de forma responsable", añade Bliss. Y es que para este aficionado a las dos ruedas, "la masa crítica es un gran cuerpo sin un cerebro que desarrolle estrategias reales a favor de la bici: hay que luchar por crear una infraestructura en la ciudad, pero también hay que cambiar el propio comportamiento de los ciclistas y los coches deben aprender a respetar a los que van pedaleando".

Parece ser que a los estadounidenses no les importa mucho la apariencia de sus bicis. "Las bicicletas de los neoyorquinos son realmente horribles, y la razón de llevar una bici fea es para estar seguro de que no se la roben", señala Bliss. De aquí surge la necesidad de crear un infraestructura, unos aparcamientos para bicis con seguridad que eviten los robos, y una vez que el ciudadano tenga la seguridad de no perder su bici, comprará diseños más atractivos. Para este vendedor de bicis, "los minoristas tienen en sus manos la llave para crear una nueva bicicleta, parecida a aquellas de estilo europeo de antes de los 70 que conducía gente como mi padre con ropa elegante, bicis para utilizar todos los días". Bliss tiene la esperanza de que el paso de la cultura americana hacia el modelo holandés se produzca, y Nueva York se convierta en un "nuevo Ámsterdam".

—¿Te imaginabas hace 17 años que tus palabras sirvieran para denominar un movimiento de estas dimensiones?

Bliss no puede evitar soltar una carcajada al oír la pregunta. "¡Nunca me lo hubiera imaginado! Fue increíble ver cómo a raíz del documental, un término que utilicé para referirme a lo que viví en China se extendía por todo el mundo. Me sorprendió mucho y me encantó".

Para saber más:

• Consulta el programa de la Criticona (del 30 de abril al 3 de mayo)
• Masa crítica: cuando las bicis obligan a frenar al coche
• Una vuelta por las masas críticas del mundo