Más de 22.000 personas desafían a la crisis para celebrar el Día de Castilla y León

Valladolid.-  La crisis económica ha acaparado hoy los actos públicos desarrollados en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, aunque no ha frenado a los más de 20.000 ciudadanos desplazados hasta allí para celebrar un año más el Día de Castilla y León, agraciado con una espléndida jornada de sol.

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El contenido del manifiesto elaborado por catorce colectivos de la Comunidad, con el título "Juntos contra la crisis", ha abierto camino al discurso político y social y ha delimitado el espacio reivindicativo de una jornada en la que la teoría contra la crisis se ha topado de frente con protestas concretas de trabajadores como los de la empresa Rottneros, a punto de cerrar, que se han hecho oír en la campa de Villalar.

El primero en reconocer que la de 2009 pasará a la historia como una edición especial de la fiesta anual de Villalar ha sido el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, invadido de una sensación "agridulce" por celebrar la jornada en medio de una crisis económica que le deja un "semblante preocupado" por los miles de trabajadores que han perdido su empleo.

Como un "aguerrido comunero", Herrera ha anticipado que luchará por conseguir para Castilla y León fondos procedentes del Estado que permitan mantener la prestación de servicios públicos como la sanidad y la educación, ante una nueva fase de la negociación sobre la financiación autonómica para la que no prevé "buenos tiempos".

En su debut ante el monolito de los Comuneros como secretario general del PSCL-PSOE, Óscar López, ha remarcado las dificultades de los jóvenes para desarrollar sus proyectos de vida en Castilla y León, sin tener que emigrar a otras comunidades, y ha propuesto como alternativa a la crisis los "sueños e ideas" que los socialistas han recopilado entre los asistentes a la fiesta de Villalar.

A través de un vídeo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha confiado en que, bajo el gobierno de Óscar López se construya una comunidad autónoma "segura de sí misma y su futuro, equilibrada, avanzada socialmente y moderna".

El líder de IU de Castilla y León, José María González, ha llamado a los ciudadanos a conmemorar un "día de rebeldía" para que la crisis económica no la paguen quienes no la han creado, sino aquellos que son sus responsables, mientras que el coordinador general de la coalición, Cayo Lara, ha pedido en su primera comparecencia en Villalar que los sindicatos encabecen las reivindicaciones de los trabajadores.

También se ha estrenado hoy la nueva coalición Partido de Castilla y León (PCAL), en la que se ha integrado la histórica formación de Tierra Comunera. Su portavoz, Luis Marcos, ha reclamado un proyecto "serio" y una política "limpia, participativa y democrática" para la Comunidad.

El Día de Castilla y León coincide cada año con otra trascendente conmemoración, la del Día del Libro, y en esta edición se han citado ambas festividades en la campa de Villalar.

A los tradicionales actos de recuerdo de la histórica batalla de Villalar de los Comuneros, la Consejería de Cultura ha sumado este año una iniciativa cultural que ha arrancado con la lectura pública de la obra de Miguel Delibes "El Camino", en la que han participado cientos de personas, entre autoridades y seguidores del universal escritor vallisoletano, que en breve recibirá la Medalla de Oro de Castilla y León.

Además, los escritores Gustavo Martín Garzo, Luciano González Egido, Óscar Esquivias y Manuel Fernández Álvarez han firmado en la campa algunos de sus libros, del mismo modo que el historiador francés Joseph Pérez, quien ha compartido con sus lectores detalles sobre su obra "Los Comuneros".

Entre discurso y discurso, los ciudadanos han alternado los placeres gastronómicos y los musicales con sesudas conversaciones sobre la crisis.

Impuestos, despidos, empresas, bancos e hipotecas han salido en bastantes de las charlas 'en voz baja' de los ciudadanos que han disfrutado de una jornada de sol en Villalar de los Comuneros como una especie de paréntesis festivo del chaparrón de la crisis económica.