El Bellas Artes de Bilbao recibe en depósito 15 obras de Remigio Mendiburu

Bilbao.-  El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha recibido en depósito temporal un total de 15 obras, en su mayoría esculturas, del artista guipuzcoano Remigio Mendiburu (Hondarribia, 1931-Barcelona, 1990) cedidas a la pinacoteca bilbaína por su hija Edurne.

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Entre el conjunto de obras recibidas, compuesto por once esculturas, dos obras en papel y dos realizadas en técnicas mixtas, destacan la pieza titulada "Murru", una madera de más de dos metros de largo y una tonelada de peso de la serie de las "leñeras", hecha en 1978 y considerada la segunda más importante de su carrera, y el bronce "Talua", de 1970, estimado un hito histórico en el movimiento abstracto vasco.

El grupo de piezas, que incluye trabajos en madera, bronce y piedra caliza, y abarca desde 1960 hasta los "collages" y las obras tituladas "Ariak" de 1988, ha sido cedido por Edurne Mendiburu por un periodo de tres años, renovables, excepto "Murru", que permanecerá en el museo bilbaíno durante 5 años.

Estas dos piezas significativas, ha informado el director de la pinacoteca bilbaína, Javier Viar, durante la presentación del depósito a los medios de comunicación, serán expuestas de forma permanente en el vestíbulo del museo (en el caso de "Murru", dado su gran tamaño) y en la sala dedicada a los artistas vascos contemporáneos, en el de "Talua".

Viar ha explicado que la obra del escultor guipuzcoano Remigio Mendibiru esta considerada, básicamente, de carácter informalista, dado su interés por la naturaleza, como principal motivo de sus creaciones, y por el uso de materiales procedentes de ella, sin esconder o enmascarar su origen.

La obra más importante de Mendiburu, del que el Bellas Artes tiene en propiedad otras tres piezas, es la realizada en madera y está influenciada por la abstracción de las esculturas que en este mismo material efectuó Chillida entre 1959 y 1965, ha recordado Viar.

La hija del creador guipuzcoano, que ha asistido al acto de presentación del depósito, ha manifestado que la obra de su padre "no está, en absoluto, suficientemente representada en los museos vascos".

"Pienso que hay una ausencia terrible y, aunque es muy fácil culpar a las instituciones, que, por supuesto, tiene su parte de responsabilidad, creo que la culpa es de todos y que es trabajo de todos reivindicar a un artista como mi padre, que es fundamental en el arte contemporáneo vasco", ha agregado.

Las hija del artista guipuzcoano ha señalado que ha elegido depositar el lote de obras que le ha correspondido en herencia en el museo bilbaíno porque ha considerado que "la obra de mi padre no es para estar encerrada en un taller, sino para estar a disposición de todo el que quiera contemplarla, disfrutarla y aprender de ella".