Iglesias asegura que su obsesión es acabar la legislatura con Aragón volviendo a crecer

Zaragoza.-  El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, dedicará todos sus esfuerzos en los dos años que le quedan de legislatura a superar la crisis económica y reconoce que su "obsesión" es acabar este mandato, que ha anunciado que será el último, con Aragón "volviendo a crecer".

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(EFE)

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, durante una entrevista con Efe.

En una entrevista con EFE, con motivo de la celebración el 23 de abril del Día de Aragón, Iglesias, presidente desde 1999, rehuye hablar sobre quien será su sucesor en las elecciones autonómicas de 2011, defiende el "creciente peso político" de Aragón e insiste en que su prioridad "absoluta" es preparar a la Comunidad para cuando llegue el final de la crisis económica.

Pregunta (P).- Pasado mañana es San Jorge. ¿Cuál es el mensaje que lanza a los aragoneses?

Respuesta (R).- Éste es un San Jorge después de la Expo, con unas dificultades económicas que no preveíamos y quiero decirles que hay que mantener la confianza en el futuro de Aragón y prepararnos para el buen momento que, sin duda, vendrá después.

P.- Aragón es una de las Comunidades que más ERE registra. ¿Cuál es la salida para esta gente que se queda sin trabajo?

R.- Hay que conseguir que estén lo mínimo posible en el paro. La pérdida de puestos de trabajo es lo que más me preocupa de los efectos de esta crisis, y hay que conseguir volver a crecer cuanto antes. Esto se producirá antes de finales de año. Mientras tanto, estamos haciendo políticas para apoyar a toda esta gente que se queda sin prestaciones sociales y sin seguro de desempleo.

P.- Una empresa con especiales dificultades es GM España. ¿Se vislumbra una salida?

R.- Hemos hecho un esfuerzo muy importante mediante un aval para que General Motors pueda desarrollar el nuevo Meriva, que nos dará trabajo en la automoción por lo menos diez años más. Y espero que esta factoría, que desde mi punto de vista es la más eficiente del grupo, salga de esta crisis, no sé si fortalecida, pero sí con más vigor que otras.

P.- El jueves hará dos años desde que entró en vigor la reforma del Estatuto de Autonomía. ¿Le queda mucho recorrido?

R.- El trabajo para sacar todo lo que da de sí la reforma será de muchos años, porque es muy amplio y requiere no sólo de desarrollo legislativo aquí, sino también de acuerdos bilaterales con Madrid. Y ése es un trabajo de muchos años. Pero lo importante es que Aragón, con este Estatuto, se ha colocado al mismo nivel de autogobierno que las Comunidades de su entorno.

P.- Estamos en el ecuador de su última legislatura. ¿Qué le queda especialmente importante por hacer? ¿Le va a dar tiempo?

R.- Dos años en política son mucho tiempo y estoy absolutamente convencido de que en este momento nuestro objetivo fundamental tiene que ser resolver los problemas que genera la crisis económica global. Ésa es nuestra prioridad absoluta. Una vez que volvamos a crecer tenemos que prepararnos para un modelo económico que será distinto, en el que la economía relacionada con las tecnologías avanzadas, la información y el conocimiento serán un nuevo eje de crecimiento. Ése será el trabajo de los próximos dos años, aparte del desarrollo del Estatuto, la puesta en marcha con más ritmo de las obras hidráulicas y el Plan de Carreteras.

P.- Está en la palestra el debate sobre su sucesión. ¿Alargar el proceso podría dificultarlo?

R.- Ése es un debate que tenemos que hacer el año que viene con normalidad, con serenidad y con responsabilidad. Ahora no toca.

P.- ¿Sería posible reeditar la coalición PSOE-PAR sin usted en el Gobierno?

R.- Vamos a ver los resultados electorales. La resultante de esta coalición durante diez años ha sido muy positiva para Aragón y tenemos que escuchar a los ciudadanos cuando lleguen las elecciones, pero todavía estamos muy lejos.

P.- ¿Se plantea otros retos políticos lejos de Aragón?

R.- En este momento mi obsesión es que acabemos esta legislatura con Aragón volviendo a crecer, si no por encima del cuatro por ciento, sí con la crisis plenamente superada y creando empleo.

P.- ¿Le gustaría estar ahora en la piel de Manuel Chaves?

R.-Mi interés está solo aquí.

P.- Pronto se reunirá con él y le llevará sus demandas sobre mermas tributarias y financiación...

R.- Si no hubieran sido San Jorge me hubiera reunido con él esta semana. Pero ya hemos hablado. Y hablaré con él de financiación, que es el reto planteado en este momento. La semana que viene nos encontraremos y espero que antes del verano el nuevo sistema esté aprobado.

P.- ¿Y la deuda tributaria? ¿Hay margen político para llegar a un acuerdo?

R.- Sobre las mermas tributarias tenemos un conflicto judicial planteado que con acuerdo lo retiraríamos, pero ya veremos; y si no, las sentencias nos dirán.

P.- Hay sectores que censuran el poco peso de Aragón en la política nacional ¿Cómo es su relación con José Luis Rodríguez Zapatero?

R.- Está dentro del orden de las cosas que a la oposición no le guste lo que hace el Gobierno, pero Aragón ha demostrado que tiene un peso creciente. Sin él no habríamos podido salir adelante en el gran debate del agua; el debate del trasvase no lo hubiéramos podido defender; no hubiéramos podido reformar el Estatuto de Autonomía; ni hacer la Expo. Sin peso político no tendríamos los responsables que tenemos en el Gobierno central, se han cambiado los ministros pero los secretarios de Estado aragoneses se han mantenido todos ellos e incluso han reforzado sus posiciones. Aragón tiene mucho más peso hoy que cuando empezamos a gobernar.

P.- Su Gobierno avala dos proyectos, Gran Scala y las ampliaciones de las estaciones de esquí, que generan cierta oposición social. ¿No se han explicado bien?

R.- Todos los grandes proyectos generan grandes debates. Desde el punto de vista de las montañas hemos abierto una mesa para que todo se pueda debatir, y tengo mucha confianza en la participación de los colectivos y en que acerquen posiciones. Y sobre Gran Scala, hemos hecho una ley de centros de ocio de gran capacidad que es muy exigente. Si alguien quiere desarrollar un proyecto en Aragón, como parece que hay un grupo dispuesto, sabe que la ley le impone muchas exigencias y que tiene que cumplirlas. Cumpliendo la ley, estos proyectos se pueden desarrollar y en ese caso crearíamos un centro de referencia mundial sobre el ocio y el turismo.