Obama pide a los países latinoamericanos que apoyen la libertad en Cuba

Santiago de Chile.-  El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó a los países latinoamericanos que participarán en la V Cumbre de las Américas a "apoyar la libertad, la igualdad y los derechos humanos de todos los cubanos".

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(EFE)

"Cada uno de nuestros países ha emprendido su propio camino democrático, pero debemos estar unidos en nuestro compromiso con la libertad, igualdad y los derechos humanos", objetivo que mueve a Estados Unidos "en su acercamiento al pueblo cubano", asegura Obama. EFE/Archivo

En un artículo publicado hoy en los medios del Grupo de Diarios de América, que integran once periódicos de otros tantos países, el mandatario estadounidense hace un llamamiento a "todos" los "amigos" del continente se unan a EE.UU. "para apoyar la libertad, la igualdad y los derechos humanos de todos los cubanos".

"Cada uno de nuestros países ha emprendido su propio camino democrático, pero debemos estar unidos en nuestro compromiso con la libertad, igualdad y los derechos humanos", objetivo que mueve a Estados Unidos "en su acercamiento al pueblo cubano", asegura Obama.

El presidente de EE.UU. expresa su "anhelo de que llegue el día que todos los países puedan tomar su lugar ante la mesa, conforme a la Carta Democrática Interamericana", y afirma que la cumbre de Trinidad y Tobago, que concluirá el próximo día 19, "ofrece la oportunidad de un nuevo inicio".

Defendió además el levantamiento de las restricciones a los viajes y las remesas a Cuba para los cubano-estadounidenses.

Era una política que "carecía de sentido", porque "durante décadas no ha logrado promover la libertad ni las oportunidades a favor del pueblo cubano", dijo.

Barack Obama apuesta por mirar al futuro y trabar una relación "más extensa" con Latinoamérica y el Caribe, toda vez que el progreso de Estados Unidos "está directamente vinculado al progreso en todo el continente americano".

"Demasiadas veces, Estados Unidos no ha buscado ni mantenido relaciones con sus vecinos", reconoce Obama, quien enfatiza su deseo de mantener "relaciones más extensas" con el resto de los países americanos "por el bien de la prosperidad y la seguridad comunes".

El mandatario propone además afrontar con "sentido de unión" los desafíos colectivos para alcanzar logros en materia económica, energética y de seguridad, en lugar de "seguir enfrascados en los trillados debates del pasado".

Obama también apuesta por "medidas pragmáticas y responsables" que dejen de lado debates sobre las bondades e inconvenientes del capitalismo "desenfrenado y sin reglamentar" o de una economía "rígida y dirigida por el gobierno".

Además, aboga por una "cooperación práctica" para reforzar la seguridad común, dejando a un lado el debate sobre si la violencia es responsabilidad de los grupos paramilitares de derecha o los insurgentes de izquierda.

En cuanto a la crisis económica mundial, Barack Obama recalca que "están en juego" años de progreso en el combate a la pobreza y la desigualdad, razón por la cual el gobierno de Estados Unidos trabaja para promover la prosperidad en el continente impulsando su propia recuperación.

Subraya además la necesidad de "actuar colectivamente" en el apoyo a los países más vulnerables, la reactivación del crédito por medio del Banco Interamericano de Desarrollo y la implementación de "normas estrictas y claras" para evitar la repetición de la crisis.

El mandatario estadounidense también reitera su voluntad de impulsar la producción de energía renovable de manera sostenible con el fin de generar empleo y combatir el cambio climático que amenaza, entre otras zonas, a las costas del Caribe y Estados Unidos, y los glaciares andinos.

En cuanto a la búsqueda de la "seguridad común", asegura que su gobierno "respaldará firmemente el respeto por el Estado de Derecho, la mejor observancia de la ley y la mayor solidez de las instituciones judiciales".

Obama, quien hoy inicia una visita oficial a México, admite que Estados Unidos ha de combatir la demanda interna de drogas y restringir el flujo hacia su vecino del sur de armas y dinero procedente del narcotráfico.