Don Mario, paramilitar de pega, 'narco' de manual

Daniel Rendón no lleva demasiados años 'en la cresta de la ola' del narcotráfico en Colombia, pero sí cuenta con la suficiente trayectoria como para haberse ganado a pulso el título de 'don' en su alias, recordando a otro don, don Pablo (Escobar), que también tuvo en jaque al país suramericano en otra época. Por supuesto, a nadie le extrañará si decimos que es uno de esos a los que le gustaban las colonias de marca, los cochazos y lucía un flamante Cartier en su muñeca. Rendón, no sólo es claramente un narco de manual, sino que era también el capo más buscado de Colombia y, por lo tanto, uno de los más perseguidos del mundo. En su currículum encontramos otra perla más: 'Don Mario' era además, un paramilitar. Su detención, además de un golpe al mundo de la droga, tiene otras connotaciones políticas.

(EFE)

Para capturar a 'Don Mario' se necesitaron 600 hombres.

¿Fue antes el huevo o la gallina? ¿Es un 'narco' convertido en 'paraco' o al revés? Es difícil de decir en un hombre que se crió en el municipio de Amalfi, el mismo pueblo donde nacieron dos de los paramilitares más sanguinarios de la historia reciente de Colombia, Carlos (muerto) y Vicente Castaño (desaparecido). Estos precisamente fueron los que animaron a 'Don Mario' y a su hermano, 'El Alemán', a unirse a la guerra en un momento dado, pero los Rendón, y menos 'Don Mario', nunca han sido precisamente 'paracos' de manual.

Cuando Álvaro Uribe anunció su Ley de Justicia y Paz (pdf) para desmovilizar a las Autodefensas Unidas de Colombia y otros grupos paramilitares que operaban en el país, Rendón no dudó en ponerse lo que muchos entendieron era un "disfraz político". Pretendía que las autoridades se vieran obligadas a tratar a su banda de criminales como a un actor político del conflicto colombiano, mientras su verdadera lucha se centraba en combatir a los miembros de bandas de 'narcos' rivales, y no a las guerrillas izquierdistas.

"Rendón compró un Ejército privado para acogerse a la desmovilización y pagar una pena muy corta, no como narcotraficante, sino como un factor armado político", asegura un abogado colombiano en conversación telefónica, que explica que "ésta fue la estrategia de muchos narcotraficantes durante el proceso de paz con los paramilitares".

Pero la historia de 'Don Mario' no acaba aquí. Más bien éste es el punto de inflexión donde comienza su carrera meteórica hasta convertirse en el más 'deseado'. Alegando inconformidad con los acuerdos a los que llegó con el Gobierno, el capo huyó y creó otro grupo, las Autodefensas Gaitanistas, que llamaban traidor al Ejecutivo colombiano mientras se dedicaban a luchar contra las principales bandas de narcotraficantes de Medellín para avanzar en su obsesión por controlar la droga en Colombia.

Lo más irónico es que el gol que 'Don Mario' coló a los colombianos era doble. No sólo se hizo pasar por un actor político más, sino que se fue quedando poco a poco con las tierras y los negocios de otros conocidos paramilitares como Salvatore Mancuso, Don Berna o H.H, que también se acogieron a la desmovilización y que cumplen ahora condena. Estas riquezas, que teóricamente debían haber sido devueltas a los campesinos a quienes les fueron arrebatas y a las víctimas de los paramilitares, son precisamente las que le valieron a Rendón el dudoso honor de convertirse en el capo número uno del país en menos de tres años, en los que poco o nada se hizo o pudo hacer por evitarlo. Hasta ahora.

Justicia y paz para Don Mario

El pasado 9 de marzo la actitud de las autoridades colombianas hacia 'Don Mario' dio un giro radical. El Gobierno puso precio —unos 1,6 millones de euros— a su cabeza y la de otros conocidos 'narcos'. Un cambio bastante notable en una retórica que daba a entender en ocasiones que en Colombia no había más traficantes que la guerrilla. ¿Qué ha cambiado?

"En primer lugar, el Ejecutivo se ha visto obligado a hacer esto por una cuestión de gobernabilidad", señala el abogado consultado. Pero según él, el motivo principal es el descrédito y el malestar que se ha generado en la comunidad internacional por el fracaso de la lucha antidroga, que se ha cobrado muchas vidas sin dar resultado. En los últimos meses, coincidiendo con la llegada de Obama al Gobierno en Estados Unidos —que lidera esta lucha en el mundo— han llovido las presiones, tanto desde el ámbito social, como desde el político, para dar un giro radical en la estrategia de la batalla contra los estupefacientes. De ahí que las autoridades colombianas, que con la marcha de George Bush de la Casa Blanca, se ven menos apoyadas internacionalmente, hayan decidido virar la estrategia y atacar otros flancos.

Pero de momento, las cosas no están demasiado feas para 'Don Mario'. Su burla a la justicia y las víctimas, y la ola de violencia que ha dejado a su paso, no han sido suficientes para arrebatarle su condición de desmovilizado del paramilitarismo y los beneficios que le corresponden en virtud de la Ley de Justicia y Paz. De momento, la condición de actor político de 'Don Mario' prevalecerá sobre la delictiva y su próxima parada será, como ha ocurrido con algunos de sus colegas de negocio, Estados Unidos, que ya reclama su extradición.