Morales es el segundo presidente de Bolivia que recurre a la huelga de hambre

La Paz.-  Evo Morales se convirtió hoy en el segundo presidente de la historia democrática de Bolivia que recurre a la huelga de hambre como medida de presión frente a sus opositores, una acción que ya practicó en dos ocasiones el gobernante Hernán Siles Zuazo.

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La huelga de hambre es una medida de protesta muy frecuente en Bolivia a la que acuden distintos colectivos sociales, si bien solo dos presidentes, primero Siles Zuazo y ahora Morales, la han empleado en situaciones políticas críticas.

El actual presidente de Bolivia anunció hoy en La Paz el inicio de esta medida, que también secundan los movimientos sociales que lo apoyan, para exigir al Congreso Nacional la aprobación del régimen electoral al que obliga la nueva Constitución para celebrar los comicios presidenciales del próximo 6 de diciembre.

El antecedente histórico de esta situación se remonta a Hernán Siles Zuazo, que recurrió a la huelga de hambre en dos ocasiones siendo presidente de Bolivia en distintos periodos.

Sin que existieran precedentes en la historia del país, Siles Zuazo se declaró en huelga de hambre en 1956 para evitar la violencia, en una época de hiperinflación y de fuerte enfrentamiento con la entonces poderosa Central Obrera Bolivia (COB), que rechazaba su plan de estabilización monetaria.

Casi 30 años después, en 1984, Siles Zuazo volvió a ayunar durante cuatro días para reclamar a sus opositores y a la COB que lo dejaran gobernar.

Las similitudes entre las huelgas de hambre de Siles Zuazo y Morales fueron destacadas hoy por el politólogo Carlos Cordero, quien recordó que en ambos casos se trata de líderes de izquierda, con mandatos afectados por crisis políticas y con el Parlamento en contra.

Cordero, en declaraciones a Efe, consideró la decisión de Morales de entrar en huelga de hambre como una "extraordinaria" jugada política, con la que su imagen saldrá reforzada en los ámbitos nacional e internacional, tal como ocurrió con Siles Zuazo.

Este analista resaltó la "habilidad" que tiene Evo Morales para convertir derrotas o crisis en victorias, en este caso al instaurar un "cerco psicológico" contra el Congreso, en lugar del "físico" que habían anunciado sus movimientos sociales y que habría sido "contraproducente" para el Gobierno.

"Evo saldrá de la huelga en hombros y recuperará su imagen para entrar en campaña electoral", vaticinó este analista, convencido de que oficialistas y opositores van a lograr un acuerdo en torno a la ley electoral porque el MAS (Movimiento al Socialismo, el partido del presidente) "flexibilizará" sus posiciones.

Sin embargo, otros analistas como el constitucionalista Jorge Lazarte creen que la acción de Morales es "innecesaria y desproporcionada", porque lo que reclama en este momento la oposición, "de forma razonable", es un nuevo padrón para que las elecciones se celebren con fiabilidad.

Lazarte dijo a Efe que no se pueden establecer paralelismos entre Morales y Siles Zuazo, porque este último acudió a la huelga de hambre ante "intentos ciertos de derrocamiento", lo que ahora, a su juicio, no sucede.

La medida de Morales, según este analista, "oculta otro tipo de razones" como la "resistencia obstinada" del oficialismo a elaborar un nuevo padrón electoral, ya que el actual terminó su vida útil hace ocho años y está plagado de "irregularidades".

La revisión del padrón electoral es uno de los principales motivos de enfrentamiento entre oficialistas y opositores, que además discrepan en cuestiones como el cupo de escaños que se pretende reservar para los sectores indígenas y la habilitación del voto de los bolivianos que residen en el extranjero.