Vigo.- El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, ha negado hoy que las empresas en general, y en particular las gallegas, se estén subiendo al carro de los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) aprovechando la actual crisis económica.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño. EFE/Archivo
En una entrevista concedida a Efe, Fernández Alvariño, que está pensando todavía si presentará formalmente su candidatura para la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), aseguró que "bastante desgracia" tienen ya las empresas que deciden acudir a un ERE.
"Puede haber algún caso, pero lo niego categóricamente", subrayó el presidente de los empresarios pontevedreses, quien agregó que "nadie presenta un ERE porque sí".
En cuanto al próximo Gobierno de la Xunta que será liderado por el popular Alberto Núñez Feijóo, Fernández Alvariño se mostró convencido de que será "otra forma diferente de gobernar" y que la normalidad institucional se instalará, después de cerca de cuatro años de bipartito entre socialistas y nacionalistas en la Xunta.
"Creo que el nuevo presidente tiene las ideas muy claras y que aprovechará del anterior Gobierno lo que haya que aprovechar", explicó, al tiempo que dijo que Núñez Feijóo cuenta con el apoyo de la CEP.
Reconoció la dificultad del próximo Gobierno gallego en momentos de "cierta convulsión" económica como la actual y exigió "buenas" infraestructuras para Galicia, apoyo al I+D+i, que es lo que "nos hará verdaderamente distintos", y potenciar las capacidades industriales.
Lamentó las "insuficientes" ayudas que el Gobierno central, a través del Plan de Competitividad del Automóvil, destinará al sector automovilístico gallego, en concreto 88 millones de euros, de los cuales 72 millones de euros serán para la fábrica viguesa del grupo PSA Peugeot Citroen, y 16 millones de euros para la industria auxiliar.
Fernández Alvariño criticó que las ayudas "no lleguen ni al 11 por ciento" y aseguró que los empresarios "nos quejamos enormemente".
El presidente de la Cep instó al próximo jefe del Ejecutivo gallego a que tenga en cuenta el plan industrial presentado por la factoría viguesa y que implica 1.067 millones de euros en un período de cuatro años.
También mostró su preocupación por sectores gallegos como el forestal o el lácteo y se refirió además a la necesidad de que recuperación crediticia llegue a las familias gallegas para agilizar la salida de la crisis.
"España dobla el número de parados con respecto a la UE", subrayó Fernández Alvariño, quien abogó por potenciar el diálogo con los sindicatos y lograr el pacto social.
En cuanto a la imagen de Vigo que, de vez en cuando se ve salpicada por movilizaciones laborales en las calles, Fernández Alvariño dijo que son "demoledoras" porque, en su opinión, daña la imagen exterior de la ciudad.
Tras insistir en la necesidad de seguir presionando para que las grandes promesas como la llegada del AVE a Galicia o la construcción de autovías se cumplan, Fernández Alvariño también se refirió a la polémica surgida durante la legislatura saliente con el bilingüismo.
A su juicio, las imposiciones lingüística pueden traducirse en "problemas" en lo que a capital humano se refiere y apostó por la "convivencia normal" entre el gallego y el castellano.
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