Miles de costaleros listos para portar los pasos y tronos de Andalucía

Córdoba.-  Más de 8.000 de costaleros andaluces tienen listos el costal y la faja para portar los centenares de pasos y tronos de la Pasión que durante la Semana Santa discurrirán por las calles de Andalucía.

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(EFE)

Un costalera de Nuestra Señora del Amor canta una saeta a su imagen durante una procesión el pasado Miércoles Santo por las calles del Lepe. EFE/Archivo

La cuadrilla de costaleros la conforman entre 30 y 50 personas personas que van bajo un "paso", que conforma un escena que representa un pasaje bíblico de la Pasión de Cristo, y que soportan sobre su cuello y sus hombros entre 30 y 50 kilos.

La labor "anónima" de estos hombres, que ocultan sus rostros tras los faldones del paso, es "guiada" por el capataz, quien camina ante el mismo y con voces breves y rápidas dirige la conducción de éste, mientras que en las esquinas traseras se sitúan los contraguías, quienes van transmitiendo las órdenes del capataz para que toda la cuadrilla de costaleros las puedan oír.

El capataz de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Sangre de Córdoba, Francisco Aguayo, ha explicado a Efe que una labor muy importante es la de igualar, que consiste en distribuir a los costaleros según su altura, ya que una mala igualada ocasiona una distribución no uniforme del peso y es causa de alteraciones en la forma de caminar el paso, con el correspondiente "daño físico" que puede recibir el costalero.

Debajo del paso también hay una organización: los que se encuentran en las cuatro esquinas son los denominados pateros, cuya función es mantener bien los giros en las revirás; al lado se encuentran los fijadores, que ayudan al patero; en los dos extremos de cada trabajadera están los costeros y, finalmente, situados en el centro están los corrientes.

Los costaleros normalmente son hermanos de las cofradías que no cobran por salir, pero esto no fue siempre así, ya que hasta 1973 solo existían cuadrillas de costaleros profesionales que cobraban por portar los pasos y hoy día es "fundamental la ilusión" ante la "escasez" de costaleros.

El nombre les viene del costal, que es parte de la indumentaria, concretamente una prenda compuesta de un trozo de arpillera o costal, doblada alrededor de una morcilla cilíndrica de tela, que cubre por debajo de la nuca las primeras vértebras y espalda para amortiguar el peso y evitar que la trabajadera resbale.

Aunque algunos médicos desaconsejan el ejercicio del costalero, el capataz ha subrayado que "algo que se hace con tantas ganas e ilusión es imposible que haga daño", si bien "debe haber una adecuada preparación física", ya que son habituales las lesiones, e incluso, "se han dado casos de algún fallecimiento debajo del paso".

De esta manera, distintos ayuntamientos andaluces ponen en marcha cada Semana Santa el Centro de Atención al Costalero para que "estén bien asesorados y tratados" por fisioterapeutas para evitar lesiones localizadas principalmente en la zona lumbar, dorsal y cervical.

La forma de portar los pasos a costal es originaria de Andalucía, aunque también se ha extendido a zonas próximas como Extremadura, Ciudad Real y a ciudades con hermandades de origen andaluz, como Madrid, Barcelona o Guadalajara.

Entre sus modalidades se encuentra la carga flamenca o "sobre los pies", que se da en ciudades de la provincia de Cádiz, donde los pasos son llevados a cuello por costaleros, al igual que en Sevilla o Córdoba.

Sin embargo, en la capital gaditana los pasos son portados por los cargadores, conociéndose esta forma de carga como a paso horquilla o a las bandas, al estilo marinero.

Una variante es la de Málaga, donde los costaleros no son llamados de tal modo, sino que son conocidos como hombres de trono o portadores, al llevar los tronos, como son llamados allí, con el hombro bajo el varal.