Tú de quién eres: ¿de los Obama o de los Sarkozy?

Aparentan ser felices y lo demuestran con gestos de cariño. Son las parejas presidenciales del momento. Tienen el mundo en sus manos -unos más que otros- y una legión de fans que les idolatran. Seguro que tienes tus preferencias. Manifiéstate.

Carla ladea la cabeza, Michelle posa mucho más natural

En la redacción de soitu.es no logramos consenso. Ni falta que hace. Hay quien se declara ferviente admiradora del pequeño gran Sarkozy, incluidos sus zapatos con alza disimulada, sus trajes de una talla más y su incontenible y ensayada locuacidad. Esa tenacidad por convertirse en líder, obviando que Obama actualmente carece de rival y su aire de seductor cuentan a su favor. Para otros, Nicolas destaca por una chulería inversamente proporcional a su altura.

Michelle, es la típica persona que quieres que te caiga bien. No suscita grandes odios. Sus anchas caderas, su naturalidad y su permanente sonrisa compensa su desacertada elección del vestuario. La mujer en la que la industria de la moda estadounidense tenía puestas todas sus esperanzas para que vendiera el made in USA por el mundo, no ha dado en el clavo. Ella ha optado por manterse su estilo y estar cómoda. Unos la aplauden por pasar de los trapos y otros, simplemente, resaltan su falta de inspiración.

Carla, sin embargo no admite medias tintas. O la detestas o la deseas. Sin argumentos racionales de por medio. Y eso que cada vez que sale su nombre todo el mundo opina. "Mira como ladea la cabeza como si fuera una perfecta ama de casa de los años sesenta, ¿Quién se lo puede creer?", "Hombre, camaleónica si es" o "Envidia, es que desata vuestra envidia". Lo que está claro es que siempre se lleva el protagonismo. Aunque esta vez quizás le eclipsen los Obama...

A Obama resulta difícil ponerle peros aunque ya no mole apoyarle incondicionalmente como cuando era sólo el aspirante a la Casa Blanca. Sigue poseyendo la mejor percha entre los altos, y bajos, mandatarios. Una sonrisa encantadora y estilo James Bond insuperable. Por ahora no ha conseguido poner freno a la debacle económica pero esa capacidad no viene de serie.

¿Y tú con quién te quedas?