Pekín y Washington establecen un "diálogo estratégico y económico" y Obama viajará a China este año

LONDRES.-  Los presidentes de Estados Unidos y China, Barack Obama y Hu Jintao, respectivamente, acordaron hoy establecer un "diálogo estratégico y económico" de alto nivel cuya primera reunión se producirá en Washington el próximo verano, según informó la Casa Blanca en un comunicado en el que también dijo que Obama viajará a China, invitado por Hu, en la segunda mitad de este año.

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Reuters (EUROPA PRESS)

Los presidentes de Estados Unidos y China, Barack Obama y Hu Jintao, respectivamente, acordaron hoy establecer un "diálogo estratégico y económico" de alto nivel cuya primera reunión se producirá en Washington el próximo verano, según informó la Casa Blanca en un comunicado en el que también dijo que Obama viajará a China, invitado por Hu, en la segunda mitad de este año.

El diálogo estará presidido, según el comunicado, por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, por la parte estadounidense; y el consejero de Estado, Dai Bingguo, y el viceprimer ministro, Wang Qishan, por la parte china. Clinton y Dai se ocuparán del contacto estratégico; Geithner y Wang, del económico.

Durante la primera reunión entre Obama y Hu, que ha tenido lugar en Londres, donde se encuentran para asistir a la cumbre del G-20 que comenzará mañana, ambos decidieron retomar las discusiones sobre los Derechos Humanos "lo antes posible", según la Casa Blanca.

Por otro lado, Hu subrayó el compromiso de China para reforzar el control macroeconómico y aumentar la demanda interna, añadió la Casa Blanca. Asimismo, ambos acordaron trabajar juntos para reanudar el crecimiento económico mundial y reforzar el sistema financiero con el fin de que no se repita una crisis como la actual.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, reclamó ayer a Estados Unidos y a China que colaboren más estrechamente para sacar a la economía mundial de la recesión, recalcando que su cooperación podría acabar con la división entre las potencias económicas mundiales y los países emergentes.

MERCADOS EMERGENTES

Los dos presidentes destacaron la necesidad de aumentar los recursos de las instituciones financieras internacionales para ayudar a los mercados emergentes y a los países en vías de desarrollo a soportar el déficit de capital, y se comprometieron a tomar medidas para que así sea.

En opinión de Obama, se requieren cambios "radicales" en la estructura de gobernanza de estas instituciones para que reflejen mejor el creciente peso de las "dinámicas economías de mercado emergentes" en el sistema internacional.

Asimismo, ambos jefes de Estado acordaron trabajar juntos para apoyar firmemente el comercio internacional y los flujos de inversión, algo que harán, dijo la Casa Blanca, "resistiéndose al proteccionismo y garantizando unas relaciones comerciales sanas y estables entre Estados Unidos y China".

A su juicio, Estados Unidos y Rusia deben colaborar entre sí y con otros países para promover el normal funcionamiento del sistema financiero internacional y un crecimiento económico mundial sostenido, dice el comunicado.

Con este propósito, intercambiarán opiniones e intensificarán la coordinación y la cooperación en el ámbito de la economía y las finanzas internacionales, así como en el del cambio climático y la energía, entre otros, a través del recién establecido diálogo estratégico y económico.

REFUERZO DE LAS RELACIONES CHINO ESTADOUNIDENSES

Además, Obama y Hu se propusieron construir una relación "positiva, cooperativa e integral" entre sus países y mantener y reforzar sus intercambios a todos los niveles, indicó la Casa Blanca. En este sentido, aseguraron que cooperarán, además de en el área económica, en otras como la lucha contra el terrorismo o en ciencia y tecnología.

En lo que respecta a las cuestiones de seguridad, acordaron reanudar y ampliar las discusiones entre Washington y Pekín sobre la no proliferación de armas nucleares, fomentar la relación entre sus Ejércitos y trabajar juntos para solucionar conflictos y reducir las tensiones que contribuyen a la inestabilidad regional y global --como el programa nuclear de Corea del Norte y el de Irán, los problemas de ayuda humanitaria en Sudán o la situación de inseguridad en el sur de Asia--.