El fundador de Yukos denuncia que el juicio es injusto y exige su final

Moscú.-  El fundador de la petrolera privada Yukos, Maijíl Jodorkovski, denunció hoy que el juicio que afronta como acusado de robar crudo a su propia compañía, no es justo y las acusaciones en su contra son "absurdas", por tanto, solo queda cerrar el caso.

"Este proceso es absurdo desde el punto de vista lógico y jurídico. La única decisión correcta que puede tomar esta corte es cerrar el caso", declaró Jodorkovski al intervenir al comienzo del segundo proceso en su contra en el tribunal Jamóvniki de Moscú.

También denunció que "la Fiscalía impide la celebración de un proceso realmente justo" y la acusación está a cargo de dos fiscales que "no son independientes ni imparciales", pues fueron condecorados por participar en el primer proceso en su contra.

"Estoy harto", reconoció Jodorkovski, al subrayar que, incluso si el juicio fuera justo y él lo ganara, ya no podría recuperar su expropiada compañía Yukos ni el dinero por el que la antaño mayor petrolera privada del país pasó a manos de la estatal Rosneft.

Por la misma razón, Jodorkovski exigió excluir de la lista de víctimas y demandantes en su caso a Rosneft, a la Agencia Estatal de Bienes del Estado (AFBE) y a otras compañías y personas.

Sobre Rosneft, que se hizo con los principales activos de Yukos, subrayó que "el sucesor jurídico de una compañía liquidada no puede considerarse afectado, pues personalmente no ha sufrido perjuicio".

Agregó que las acciones de la Compañía Petrolera Oriental, de cuya apropiación indebida se le acusa, fueron adquiridas legalmente por Yukos tras la liquidación de aquella, por lo que la AFBE no pude reclamar compensaciones por esa transacción.

Platón Lébedev, el socio de Jodorkovski procesado dentro del mismo caso, denunció a su vez que Rosneft y la AFBE "deben ser juzgadas por estafa" debido a su pretensión de presentarse como víctimas y reclamar compensaciones, según la agencia Interfax.

Los empresarios, condenados en el primer proceso a ocho años por delitos tributarios que no reconocen, afrontan ahora cargos por presuntos robos millonarios, que la defensa declara fabricados y por los que podrían ser condenados a hasta 22 años de prisión.

La Fiscalía sostiene que entre 1998 y 2003 Jodorkovski y Lébedev habrían robado crudo a su propia empresa por valor de más de 892.400 millones de rublos (35.000 millones de dólares al cambio de la época), cifra comparable con toda la capitalización de Yukos.

Además, se les acusa de haber lavado el dinero obtenido a raíz del robo de crudo por un monto de más de 487.400 millones de rublos y de 7.500 millones de dólares.

Según cálculos de la prensa, los magnates están acusados de haber robado en total 350 millones de toneladas de crudo, el equivalente a la extracción anual de toda Rusia en aquella época, cuando en ese período Yukos extrajo 347,44 millones de toneladas, menos de lo que presuntamente habrían sustraído sus dueños.