Madrid.- La muerte de al menos 19 personas ayer en una avalancha de público en el estadio Felix Houphouet-Boigny de Abiyán, en Costa de Marfil, ha vuelto a tenir de luto el mundo del fútbol.
Este es el último episodio de una serie de casos que se ha repetido en el continente africano durante la última década, en la que han fallecido centenares de aficionados a causa de avalanchas y de contiendas entre radicales.
El fervor pudo ser la causa de la tragedia de ayer en el estadio Houphouet-Boigny de Abiyán, como en muchas otras ocasiones a lo largo de la historia del fútbol africano.
50.000 espectadores dentro del estadio, con capacidad sólo para 45.000, y otros 50.000 aficionados en los alrededores del campo, esperaban el comienzo del partido de clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010 de Costa de Marfil contra Malawi.
Según el ministro de deportes de Costa de Marfil, Dagobert Bandio, la puerta de entrada para acceder a las gradas quedó derribada por los que se encontraban fuera.
Estas personas fallecidas, varias de ellas niños, se suman así a los doce aficionados muertos el pasado 21 de febrero en el primer conflicto futbolístico en África de este año, consecuencia de las reyertas protagonizadas por dos facciones rivales en Nigeria.
Las gradas africanas se vistieron de luto en la primera década del siglo XXI cuando murieron doce personas en el Estadio Nacional de Harare en el año 2000 tras las suspensión del partido de clasificación para el Mundial 2002 entre Zimbabue y Suráfrica.
Los 60.000 espectadores trataron de abandonar precipitadamente el estadio tras la contundente intervención de la policía.
El 11 de abril de 2001 murieron al menos 47 personas en el estadio Ellis Park de Johannesburgo en un partido entre los dos líderes de la liga sudafricana del momento, Kaiser Chiefs y Orlando Pirates.
La causa de estas muertes fue la avalancha de más de 60.000 aficionados de ambos equipos que forzaron la entrada en el estadio y decenas de personas quedaron atrapadas contra las vallas de alambres y púas. También se produjeron empujones en las tribunas populares donde murieron al menos nueve personas. Ellis Park vendió miles de entradas más de las que permite su aforo (75.000 espectadores).
El 9 de mayo de 2001 se produjo la mayor tragedia futbolística de ese año en todo el mundo. Un partido en la capital de Ghana, Accra, entre el Accra Hearts y el Kumasi Ashanti, se cobró la vida de 126 personas en una estampida al final del encuentro.
En julio de dicho año volvieron a morir otras dos personas en una avalancha a la entrada del estadio guineano de la ciudad de Labe al comienzo de un partido entre Labe y Friguigbe.
Tres años después, en otra ciudad guineana, la capital Conakry, murieron tres personas el 10 de abril en los prolegómenos de un partido entre las selecciones de Guinea y Marruecos, clasificatorio para el Mundial de Alemania 2006, cuando los aficionados corrieron hacia las taquillas del estadio 28 de Septiembre y se aglomeraron.
Estos infortunios son el eco de otras tragedias a lo largo de la historia del fútbol africano, como la que se produjo el 11 de febrero de 1974 en el estadio Zamalek de El Cairo. Murieron 48 personas en un partido en el que había 80.000 espectadores en un campo con capacidad para 40.000.
Otro caso histórico de la violencia del fútbol africano es el de las 62 muertes el 7 de julio de 1990 en el estadio somalí de Mogadiscio tras los disparos efectuados por los guardaespaldas del presidente Mohamed Siad Barre cuando intentaban protegerlo de los objetos lanzados por los aficionados.
También se recuerda el 13 de enero de 1991 cuando 40 personas resultaron muertas en el estadio Orkney de Suráfica en una avalancha en la salida provocada por los aficionados tras una pelea entre los hinchas de los dos equipos, Kaiser Chiefs y Orlando Pirates.
Además del entusiasmo descontrolado y la violencia, en África, el continente que más episodios de tragedia futbolística ha protagonizado durante la última década, hasta la "magia negra" provoca muertes en los estadios.
Es el caso del fallecimiento de trece personas en una avalancha en el estadio congoleño de la localidad de Butembo en septiembre de 2008. Según "Radio Okapi", emisora auspiciada por la ONU, cuando un guardameta del equipo visitante Nyuki Sytem trató de hacer "pases mágicos" para marcar en la portería del local Socozaki, que iba ganando el partido, los jugadores de ambos equipos comenzaron a pelearse y cuando la Policía trató de separarlos, los simpatizantes apedrearon a los miembros de seguridad y éstos lanzaron gases lacrimógenos contra la multitud.
No obstante, África no tiene la exclusiva de estos luctuosos hechos, puesto que en el triste recuerdo se encuentran otros episodios violentos del fútbol internacional como el que se produjo el 20 de octubre de 1982 en el estadio Lenin de Moscú, donde murieron 340 personas por una avalancha, y a los 95 fallecidos en Sheffield, cuando una multitud de aficionados forzó una de las puertas del estadio e invadió los graderíos para ver el partido Liverpool-Nottingham de la semifinal de la Copa Inglesa.
En el recuerdo figuran también la tragedia del estadio bruselense de Heysel en los prolegómenos de la final de la Copa de Europa entre el Liverpool y el Juventus, en los que murieron 39 hinchas, 34 de ellos italianos, y la acaecida el 26 de octubre de 1996 en el estadio Mateo Flores de Guatemala, en la que murieron 80 personas y otras fueron heridas en una avalancha humana.
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