Una retrospectiva explica la tauromaquia de Barjola a través de su obra gráfica

Valladolid.-  El pintor Juan Barjola (1919-2004), retraído, curioso e inconformista pero a la vez prudente en palabras de quienes le conocieron y de los estudiosos de su obra, dejó varias tauromaquias en series de dibujos, grabados y litografías que nada tiene que ver con la exaltación de la fiesta nacional.

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(EFE)

Un visitante observa varias obras durante la inauguración hoy en Valladolid de la exposición que muestra el expresionismo del pintor pacense Juan Galea Barjola (1919-2004).

Sus tauromaquias "no son sino el reflejo de la lucha por la vida, una demostración de la violencia y, en último término, una metáfora del ruedo humano", ha explicado hoy a los periodistas Luis Rubio, catedrático de la Universidad Complutense, amigo de Barjola y comisario de la exposición inaugurada esta tarde en Valladolid.

Con el lema de "Dibujos y Obra Gráfica", la retrospectiva dedicada al pintor de la Torre Miguel Sesmero (Badajoz) ha sido promovida por la Junta de Castilla y León y podrá contemplarse en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Prado, en esa capital, hasta el próximo 3 de mayo.

Todo el universo barjoliano en forma de corridas anárquicas, maternidades dolientes y prostíbulos puede apreciarse en estas 106 láminas cedidas para la ocasión por el coleccionista particular Rafael Gil, hijo del director del cine del mismo nombre.

Ocupa un lugar relevante las series dedicadas a la lidia, de gran expresividad y ritmo tanto en la composición de espacios como en la distribución de blancos y colores donde, en apariencia, reina el desconcierto, el desorden, el caos y el tremendismo que algunos pintores como Francisco de Goya y Picasso deslizaron en sus cuadros con escenas y tipos populares.

El comisario ha llamado la atención sobre lo que ha denominado "semántica de la imagen" que, en el caso de la lidia, el célebre artista extremeño utilizó para transmitir el "mito del renacimiento a través de un rito de sangre", del animal y del hombre, como es la fiesta de los toros con sus matadores, público encendido, monosabios y picadores con restos sanguinolientos en sus ropas y trebejos de faena.

El repertorio taurino, predominante en la exposición que esta tarde ha presentado la directora general de Patrimonio de Castilla y León, Luisa Herrero, tiene su origen en encargos que editores e impresores realizaron a Barjola sobre textos de Antonio Gamoneda y Rafael Alberti, entre otros escritores.

Por otra parte, una serie sobre textos de José Hierro y denominada "Cinco variaciones visionarias", muestra rostros ausentes, vacíos, sin configuración, "una metáfora de la sociedad despersonalizada" que le tocó vivir y que denunció como hombre de izquierdas que se sentía a disgusto dentro de un régimen totalitario.

Un apartado especial de la exposición, mínimo pero sugerente, evoca el "estatus digno" que alcanzó como persona y artista Juan Barjola, según Luis Rubio, mediante obras distinguidas con premios nacionales y encargos de entidades financieras y del Gobierno español como regalo para jefes de Estado y primeros ministros visitantes.

En este capítulo se puede observar un "Prostíbulo" (2001), un "Palco" (1985) dedicado a su referente Francisco de Goya y una "Tauromaquia" en cuya composición empleó hasta 85 tintas.

Las estampas mostradas están fechadas entre 1943 y 2004 por un creador curioso e inquieto que en su faceta pictórica osciló entre lo figurativo, el surrealismo, la abstracción y el informalismo.

La técnica del grabado la aprendió en Bélgica de la mano de su maestro James Ensor, de quien asumió el "carácter democrático" de una técnica gráfica que permitía el acceso de la obra a un mayor número de personas.

Juan Barjola falleció en 2004 a los 85 años y su obra se reparte en 32 museos y colecciones nacionales y extranjeras, entre ellos el IVAM en Valencia, el Reina Sofía en Madrid, el Patio Herreriano en Valladolid, el Senado, el Parlamento Europeo y, ya en su tierra, en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, en Badajoz.