Los líderes de Moldavia y Cisdniéster se comprometen a un arreglo pacífico del conflicto

Moscú.-  Los líderes de Moldavia y la región separatista de Cisdniéster firmaron hoy una declaración conjunta con la mediación del Kremlin en la que se comprometieron al arreglo pacífico del conflicto que les enfrenta desde la caída de la URSS.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, el moldavo, Vladímir Voronin, y el líder de Cisdniéster, Ígor Smirnov, consensuaron en Moscú, tras varias horas de arduas conversaciones, un documento de cinco puntos.

La declaración debería servir de marco para la solución de este contencioso territorial, uno de los cuatro conflictos "congelados" del espacio pos-soviético junto a los de las regiones georgianas de Abjasia y Osetia, y al enclave de Nagorno Karabaj en Azerbaiyán.

Las tres partes se comprometen primero a "continuar los contactos directos con el fin de activar el proceso negociador para el arreglo político del conflicto de Cisdniéster", región que rompió lazos con Moldavia tras una guerra (1992-93) en la que los separatistas contaron con la ayuda de Moscú.

Al mismo tiempo que legitima ese formato trilateral, el documento subraya la importancia de proseguir las conversaciones "en el marco de proceso negociador 5+2" (Rusia, Ucrania, EEUU, OSCE, Unión Europea, Moldavia y Cisdniéster)".

Este punto debería servir para aplacar los reproches de la UE, cuyo representante para Moldavia, Kalman Mizsei, ha criticado a Rusia por intentar erigirse en único mediador internacional.

Según informó recientemente el influyente diario ruso "Kommersant", el Kremlin no respalda la independencia de Cisdniéster y aboga por una solución para el conflicto sobre la base de la integridad territorial moldava.

Tras reconocer la independencia de las dos regiones separatistas georgianas, Moscú, según el rotativo, quiere enviar a Occidente el mensaje de que es capaz de contribuir a la solución de los conflictos territoriales respetando la soberanía de los países.

Las tres partes hicieron también hoy votos por "crear las condiciones para la pronta reanudación del trabajo en el formato 5+2, en lo posible, en la primera mitad de 2009".

A su vez, moldavos y separatistas expresaron la "conveniencia de transformar" la actual fuerza rusa de interposición en una misión internacional bajo la égida de la OSCE "tras el arreglo del conflicto".

Este último punto garantiza la presencia militar rusa en el territorio -Moscú cuenta con unos 1.350 soldados en la zona desde 1993, de los cuales 335 forman la fuerza de paz y el resto custodian arsenales de la época soviética- hasta el fin del conflicto.

Voronin había pedido en numerosas ocasiones la salida de las tropas rusas de Cisdniéster, al considerar que obstruyen el arreglo pacífico del conflicto, y su sustitución por una fuerza multinacional.

Tras la firma de la declaración, Smirnov aseguró hoy que sigue en pie la invitación al presidente moldavo, con el que se sentó hoy en la misma mesa por segunda vez en ocho años, para abordar la firma de un acuerdo de normalización de relaciones a finales de mes.

En todo caso, en una muestra de que las espadas siguen en todo lo alto, Smirnov aseguró que él y Voronin no lograron acercar posturas en Moscú, ya que "Moldavia insiste en defender la creación de un estado unitario".

"A la vista de la situación económica y jurídica durante los últimos 18 años y del hecho de que Cisdniéster en su día disfrutó de la condición de Estado en el seno de Ucrania, tiene todo el derecho a ver reconocida su independencia", señaló.

Además, volvió a acusar a Moldavia de utilizar la misma estrategia que Georgia con Abjasia y Osetia del Sur para estrangular la economía separatista.

En marzo de 2006 los separatistas abandonaron las negociaciones para la solución del conflicto, tras denunciar la implantación de un bloqueo económico por parte de Moldavia y Ucrania, que acusan a Cisdniéster de practicar el contrabando.

Smirnov mantiene que el reciente reconocimiento ruso de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur es un "precedente" para el arreglo del conflicto con Moldavia.

El pasado mes de enero, Voronin declaró que Moldavia está dispuesta a la desmilitarización total del país e instó a Cisdniéster a iniciar un proceso conjunto en esa dirección.

Desde el final de la contienda civil, Moldavia aboga por la integración de los dos territorios separados por el río Dniéster y en el pasado ha acusado a Rusia de promover la independencia de esa franja.

Mientras, la UE aboga por conceder a Cisdniéster "una amplia autonomía bajo supervisión internacional".