Los líderes de la UE reafirmarán sus objetivos para el G20

Bruselas.-  Los líderes de la Unión Europea (UE) reafirmarán en la cumbre de mañana y el viernes en Bruselas sus objetivos de cara al encuentro del 2 de abril del G20 en Londres, en el que van a defender la necesidad de acelerar la reforma del sistema financiero.

Las autoridades estadounidenses confiaban que en la cita de Londres se llegara a un compromiso para acometer una nueva inyección de fondos en la economía, pero desde la UE han dejado claro que, antes de poner en marcha nuevas medidas, hay que esperar a ver el resultado de las ya adoptadas.

Los europeos consideran que el encuentro del día 2 -al que acudirá el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque oficialmente nuestro país no es socio del G20- debe concentrarse en resolver los fallos de los mercados financieros que están en el origen de la crisis actual.

Los Veintisiete Estados de la UE insistirán en la necesidad de reforzar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en concreto, en la urgencia de doblar la dotación de este organismo para garantizar que puede acudir al rescate de los países acuciados por la crisis.

El FMI ya ha prestado a gobiernos en apuros 50.000 millones de dólares y todavía le quedan otros 200.000 millones, pero calcula que sus necesidades pueden llegar a 500.000 millones.

Japón ha ofrecido un préstamo de 100.000 millones de dólares, por lo que todavía hacen falta otros 150.000 millones.

La presidencia checa de turno de la UE plantea dar un crédito al Fondo de entre 70.000 y 100.000 millones, pero no hay acuerdo aún de los Estados miembros para ello.

Fuentes diplomáticas checas se mostraron hoy muy optimistas sobre las posibilidades de avanzar en este punto en los próximos días.

Otra de las prioridades de la UE es intensificar la lucha contra los llamados "paraísos fiscales", con una nueva lista de las jurisdicciones no dispuestas al intercambio de información, para fines fiscales, lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, y la posibilidad de sancionarlos.

Uno de los líderes que se sienta en el Consejo Europeo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker ya ha hecho constar su malestar por la actitud con que algunos de sus socios, como Alemania y Francia, están tratando a los países, como el suyo, que aplican el secreto bancario, que pide no confundir con los "paraísos fiscales".

En cuanto al resto de las reformas, según el borrador de conclusiones de la cumbre, los Veintisiete están de acuerdo en impulsar la transparencia y la supervisión prudencial, así como en extender la vigilancia a todos los mercados, productos y actores, incluidos los "hedge funds" (fondos de inversión libre) y otros instrumentos de inversión innovadores.

También defenderán someter a las agencias de calificación de riesgos a una regulación más estricta y adoptar principios comunes sobre la remuneración de los ejecutivos.

Abogarán, asimismo, por mejorar la cooperación entre los organismos supervisores, en concreto, mediante el establecimiento antes de final de año de colegios de supervisores para todos los grupos financieros trasnacionales.

En línea con las modificaciones legislativas en tramitación dentro de la UE, los europeos del G20 pedirán a sus socios de otras áreas revisar las exigencias de capital a los bancos, para garantizar que cuentan con recursos suficientes en caso de problemas, y adaptar las normas de contabilidad a los cambios de los mercados.

En el ámbito macroeconómico, los Veintisiete abogarán por aplicar las medidas de impulso ya acordadas y por comprometerse a retomar el rigor presupuestario en cuanto la coyuntura lo permita.

Reiterarán la importancia de evitar cualquier forma de proteccionismo y de completar cuanto antes la ronda de liberalización del comercio global iniciada en Doha.

Los líderes de la UE confirmarán que la crisis no debe servir de excusa para renunciar a los llamados objetivos de desarrollo del milenio y se comprometerán a dar un trato preferencial en materia comercial a los países más desfavorecidos.