Los ayuntamientos de Castilla y León recibirán ayudas para instalar luminarias de menores emisiones

Valladolid.-  Los ayuntamientos de Castilla y León recibirán ayudas por un importe total de 600.000 euros para adaptar sus luminarias a la futura Ley de Prevención de la Contaminación Lumínica y Ahorro Energético, que persigue una reducción de las emisiones de CO2 que expulsan estos sistemas de alumbrado.

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(EFE)

La consejera de Medio Ambiente (i), María Jesús Ruiz, durante la rueda de prensa que ofreció hoy en Valladolid para presentar el anteproyecto de Ley de Prevención de la Contaminación Lumínica.

La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, ha anunciado hoy, en rueda de prensa en Valladolid, que esta actuación prevé la sustitución de las bombillas actuales por otras de menor consumo energético, o la modificación de las luminarias con el objeto de aprovechar mejor la luz que emiten.

Este sistema de ayudas está financiado al 50 por ciento por el Gobierno autonómico y por el Ministerio de Medio Ambiente, en virtud de un acuerdo existente entre ambas administraciones para promover el desarrollo rural.

En concreto, esta partida irá dirigida a aquellos ayuntamientos que están dentro del medio natural de Castilla y León, aunque Ruiz ha asegurado que entre las previsiones de la Consejería está la de ampliarla a otras entidades locales en próximas anualidades.

Precisamente, el anteproyecto de ley de prevención de la contaminación lumínica incluye entre sus objetivos la protección de las especies de fauna nocturnas de Castilla y León, las cuales ven alterados sus ciclos reproductivos en los lugares donde por la noche la luz artificial es excesiva.

La consejera ha explicado que la alteración del hábitat de los insectos producida por la iluminación artificial tiene una especial incidencia en la polinización y, por tanto, en la reproducción de las plantas y el estado de algunos cultivos.

Además de preservar estos espacios naturales, con la nueva ley se pretende mejorar las condiciones ambientales con la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, y abaratar los costes que suponen las infraestructuras de alumbrado para las corporaciones locales, "que suponen aproximadamente el 60 por ciento de sus gastos", ha concretado Ruiz.

La futura normativa define la contaminación lumínica como "la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones o rangos espectrales innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en que se han instalado las luminarias".

Está destinada principalmente al uso eficiente del alumbrado externo, aunque se aplicará a ciertos alumbrados interiores con incidencia externa, ha matizado la consejera.

Según recoge el anteproyecto, los sistemas de iluminación de fachadas o infraestructuras y de luminosos comerciales deberán ajustar su horario de funcionamiento desde la puesta de sol hasta las 23.00 horas, momento en que deberán apagarse.

El horario puede prolongarse hasta la medianoche en días festivos y vísperas, o bien hasta la hora de cierre del establecimiento.

También prohíbe la norma elementos tales como artefactos y dispositivos aéreos de publicidad nocturna o la iluminación "directa y deliberada" sobre farallones y cortados rocosos de interés natural.

Para la adaptación de la iluminación al contenido de la nueva norma, establece un régimen transitorio para instalaciones existentes y proyectos urbanísticos en desarrollo.

Ruiz ha matizado que la ley permite una serie de excepciones para que las corporaciones locales puedan adaptarlas a las especificidades de sus municipios, "como por ejemplo en aquellas ciudades que sean Patrimonio de la Humanidad y se necesite ampliar el horario de iluminación de monumentos o lugares de interés".