BMW prevé nuevas caídas de ventas tras un 2008 escaso en beneficios

Múnich (Alemania).-  El presidente del grupo alemán BMW, Norbert Reithofer, prevé un año nuevamente sombrío para el mercado mundial del automóvil, tras un ejercicio 2008 caracterizado por un desplome sin precedentes de las ventas.

"Nadie sabe cuando acabará la crisis", dijo hoy Reithofer en una rueda de prensa en la que detalló los resultados financieros del pasado año, ya adelantados por el grupo el pasado día 12, y expuso sus impresiones para 2009, un año, dijo "de transición".

BMW cerró el ejercicio con un beneficio de 330 millones de euros, lo que supone una caída del 89,5 por ciento respecto de 2007.

Las ventas, incluidas las marcas BMW, Mini, Rolls-Royce y motocicletas, retrocedieron un 4,3 por ciento, lo que obligó al grupo a reducir la producción para no disparar el inventario un 6,6 por ciento, hasta el 1,439 millones de unidades.

El beneficio ante de intereses e impuestos (Ebit) se contrajo un 78,1 por ciento, hasta los 921 millones de euros.

El Ebit del sector automóvil cedió un 80 por ciento, hasta los 690 millones de euros; el de motocicletas un 25 por ciento, hasta los 60 millones de euros, y el correspondiente servicios financieros un 90,9 por ciento, hasta los menos 216 millones de euros.

Tanto Reithofer como su director financiero, Friedrich Eichiner, aseguraron que el grupo tiene estabilidad financiera y el margen de margen de respuesta al riesgo que aporta una liquidez de próxima a los 8.000 millones de euros.

"Lo que ha ocurrido superó todos los pronósticos. Nadie pudo imaginar nunca una caída de ventas como las sufridas. Yo no he visto nada igual en toda mi vida profesional", confesó Reithofer.

Por esa razón, rehusó hacer previsiones para 2009, salvo que las ventas descenderán a nivel mundial entre el 10 y el 20 por ciento.

Reithofer tampoco aventuró cómo será el balance del trimestre que está a punto a acabar y que arrancó para BMW con una caída de las ventas en enero y febrero de casi el 25 por ciento.

Ante la persistencia de esa tendencia, BMW extenderá hasta mayo la reducción de la semana laboral que aplica el grupo para ajustar la producción en las plantas de Regensburg (Ratisbona) y Dingolfing.

La medida afecta a entre 23.000 y 28.500 trabajadores y según Reithofer permitirá "asegurar la preservación de los puestos de trabajo que necesita BMW para la próxima fase de crecimiento".

Hasta ese momento, que algunos sitúan a partir de 2010, la plantilla de BMW habrá sin embargo mermado considerablemente.

Entre 2007 y 2008 el número de trabajadores fijos del grupo BMW se redujo en 7.498, hasta los 100.041 empleados, mientras que el "buen uso de la flexibilidad de la oferta de trabajo temporal" permitió al grupo recortar hasta 6.000 puestos en ese área.

Reithofer destacó que pese a lo sombrío del panorama, BMW no contempla este año los despidos forzados ni el cierre de fábricas, pues "las fábricas son una inversión a largo plazo, a 20 ó 30 años".

A su juicio, "2009 será un año de transición" y en consecuencia de reajustes, de ahorro, de incremento de previsiones de riesgo, de actuaciones que aseguren al grupo una base de liquidez sólida.

Sólo en la adquisición de material y componentes, BMW prevé un ahorro de 4.000 millones de euros, para lo que el grupo prevé, entre otras actuaciones, una cooperación en el área de ventas con otros fabricantes, incluido su rival Daimler.

Pese a la situación actual, "nuestros objetivos de crecimiento y rentabilidad para 2012 se mantienen", dijo Reithofer, menos preciso con los objetivos de ventas fijados para esa fecha pues "no resultará fácil compensar las pérdidas ocasionadas por la crisis.

El grupo BMW se había propuesto incrementar sus ventas hasta los 1,8 millones de vehículos en el 2012.

"Puede que no lleguemos a esa meta, que nos situemos unos 100.000 por debajo. Es pronto para asegurarlo. Hay que ver cómo evoluciona el mercado", declaró Reithofer, para quien BMW saldrá fortalecido de la crisis porque "nuestras bases y nuestros productos son sólidos".

Destacó que BMW es industria líder en términos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), con una media de 156 gramos por kilómetro, muy por debajo de la media de cualquier otro fabricante de la gama de lujo de la Unión Europea.

Añadió el espíritu innovador del grupo BMW, del que puso como ejemplo la serie BMW 7 - "el mejor coche del mercado ahora mismo", dijo-, la renovación de su oferta -este año saldrá al mercado el BMW 5 Serie Gran Turismo- y el diseño.