Cuarenta reos frente a sus miedos en una obra de teatro pionera en el Líbano

Beirut.-  Por primera vez los presos de la mayor cárcel libanesa pueden expresar sus aspiraciones y miedos, con la representación de una obra de teatro en la que hablan de su vida detrás de los barrotes y de la privación de su libertad.

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(EFE)

Un momento de la obra de teatro "Doce libaneses en cólera", que se representa en la prisión libanesa de Rumieh, conocida por sus motines y malas condiciones de reclusión. Por primera vez los presos de la mayor cárcel libanesa pueden expresar sus aspiraciones y miedos, con la representación de esta obra de teatro en la que hablan de su vida detrás de los barrotes y de la privación de su libertad.

Protagonizada por cuarenta reos, la pieza "12 libaneses en cólera" se ha hecho realidad en la prisión libanesa de Rumieh, conocida por sus motines, superpoblación y malas condiciones de vida, gracias al ahínco de una joven directora, Zeina Daccach.

Daccach reveló a Efe que le supuso un gran esfuerzo analizar la motivación y capacidad de los reclusos, muchos de los cuales son analfabetos, lo que dificultó el aprendizaje del guión.

Antes del inicio de la función, Yussef, un homicida condenado a cadena perpetua y conocido entre sus compañeros como "el abuelo", por los 18 años que lleva en la cárcel, presenta la obra recordando lo que significa el tiempo y el término libertad para los reos.

"Nadie que se encuentre fuera de los barrotes puede comprender el valor de la libertad", afirma Yussef, quien a continuación hace una confesión personal que no deja a nadie indiferente.

"Me gustaría haber sido la víctima en lugar del verdugo", reconoce.

Entre los protagonistas de esta obra no hay sólo libaneses, también participan un nigeriano, un sirio, un bangladeshí, un iraquí, un egipcio y un palestino.

La pieza, una adaptación de "12 hombres sin piedad", del estadounidense Reginald Rose (1920-2000), se centra en las deliberaciones de un jurado que trata de tomar una decisión unánime acerca de si un joven es culpable o no de parricidio.

Durante la representación, los prisioneros cuentan su calvario y expresan su angustia sobre la posibilidad de que en el futuro sus delitos no repercutan sólo sobre ellos, sino también sobre sus familias.

Daccach señaló que tal interés despertó el proyecto entre los reclusos, que fue necesario un proceso de selección en que el se valoró la constancia de los candidatos durante un curso de formación y de ejercicios teatrales.

Además, la directora explicó que tuvo que superar "múltiples dificultades", como el rechazo del gobierno, que en 2007 le denegó en dos ocasiones el permiso para trabajar en el centro penitenciario.

"12 libaneses en cólera" es el resultado de un largo e intenso trabajo. Al principio, los ensayos se celebraban tres veces a la semana, pero en los últimos dos meses eran diarios.

La obra se presenta en una sala rectangular de la cárcel, en cuyos muros, a pesar de las cortinas rojas colgadas para la ocasión, se observa la humedad y hay escritas algunas citas como "la guerra hace criminales y la paz los ahorca", del explorador australiano George Hubert (1888-1958).

Además de este montaje, los reos han preparado un espectáculo de danza moderna al ritmo de "Scream" de Michael Jackson, en el que ocho de ellos recrean con gestos la vida en prisión, desde las peleas a los juegos de cartas, pasando por los momentos de insomnio.

Hasta finales de este mes, los internos y sus familias podrán disfrutar de la representación de la pieza en la prisión de Rumieh, inaugurada en 1971, pero cuya superpoblación ha hecho que las condiciones de vida se transformen en una pesadilla.

Todos parecen haber aprendido de esta experiencia. A Daccach este trabajo le ha enseñado que "cada día no es el fin del mundo y que en todos los seres humano hay algo bueno".