Episcopado ve "necesario proteger la vida en su diversidad", desde el lince al no nacido "que no tienen voz"

MADRID.-  La Conferencia Episcopal Española (CEE) justificó hoy su campaña de comunicación ¡Protege mi vida!, una iniciativa que se enmarca en el contexto de la Jornada por la Vida, que se celebrará el próximo 25 de marzo, en que es "necesario proteger la vida en toda su diversidad", desde el lince al no nacido "que no tienen voz, pero sí derecho a vivir" y sostuvo que "no va contra nadie".

www.conferenciaepiscopal.es (EUROPA PRESS)

La Conferencia Episcopal Española (CEE) justificó hoy su campaña de comunicación ¡Protege mi vida!, una iniciativa que se enmarca en el contexto de la Jornada por la Vida, que se celebrará el próximo 25 de marzo, en que es "necesario proteger la vida en toda su diversidad", desde el lince al no nacido "que no tienen voz, pero sí derecho a vivir" y sostuvo que "no va contra nadie".

"Nos parece estupendo", aseveró el secretario general y portavoz de la CEE, monseñor Juan Antonio Martínez Camino en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press preguntado acerca de si es contrario a las campañas a favor de los animales, y añadió: "Es necesario proteger la vida en toda su diversidad, pero es paradójico que nuestras leyes, en este momento ya, protejan menos al ser humano que va a nacer -y si salen adelante determinadas propuestas lo protegerán mucho menos-. Eso no es razonable y lo que queremos es hacer pensar con esta campaña y, en último término, buscar el beneficio de todos, que empieza por el beneficio de los más débiles. Esta campaña da la voz a aquellos que no tienen voz, pero sí que tienen derecho a vivir".

El también obispo auxiliar de Madrid señaló que la campaña de comunicación "lo único que pretende, de una manera llamativa, es dar voz a los seres humanos que van a nacer y que aún no hablan, pero sí que tienen ya derecho a vivir". "Eso no creo que moleste a nadie", constató cuestionado sobre si se trata de un "pulso al Gobierno".

Según el prelado, la sensibilidad cada vez mayor que existe acerca de la necesidad de proteger a embriones de distintas especies animales y las plantas que están en extinción o especialmente protegibles "es muy buena" y este es "un punto de apoyo para reflexionar sobre la necesidad de no proteger menos, sino más, a los seres humanos que van a nacer".

Finalmente, acerca de la convocatoria de una manifestación en contra de la futura ley del aborto, similar a la de 2005 de apoyo a la familia, el obispo insistió en que el Episcopado no convoca este tipo de actos, aunque si lo hacen grupos sociales quines quieran sumarse, incluidos sacerdotes y obispos, lo pueden hacer.

En este punto aclaró que los sacerdotes y obispos sólo se adhieren a estas manifestaciones "en casos muy extraordinarios" y en apoyo de "causas justas" y deseó que "ojalá no sea necesario hacer nada" y que "determinadas propuestas" de la nueva ley (que no determinó) no salgan adelante. "Aún estamos a tiempo; es más, estamos a tiempo de avanzar en el buen camino, de proteger al ser humano que va a nacer, como es necesario y es propio en un derecho tan fundamental como es el derecho a la vida", anheló.

"MORAL" PARA PREVENIR EL SIDA

Por otra parte, monseñor Martínez Camino, sobre el uso del preservativo para luchar contra el sida, con motivo del viaje del Papa Benedicto XVI a África que comienza hoy, instó a los responsables de prevenir estas pandemias que "promuevan ante todo las relaciones humanas sanas moralmente, lo cual conlleva al mismo tiempo sanas físicamente".

"El problema no se resuelve con medios técnicos que facilitan la promiscuidad sino con moral. Si las relaciones personales son sanas desde el punto de vista moral y humano ahí está el comienzo de la resolución del mal", dijo refiriéndose a u

Por último, el portavoz episcopal se refirió al caso de Javier, que nació el pasado mes de octubre mediante selección embrionaria para poder salvar la vida de su hermano Andrés, de 7 años y afectado de beta-Talasmia mayor --una anemia congénita severa-- y explicó que "no se trata de seleccionar genes" sino "seres humanos en sus primeros días, a unos para vivir y a otros para morir".

El obispo reconoció que este caso "es más complicado" que lo anteriormente hablado sobre el aborto al ser "casos felices": el nacimiento de un niño y el logro de la curación de otro.

"Son casos felices que nos hacen más difícil comprender el fondo de la cuestión. Porque es necesario alegrase de que pasen cosas buenas, pero es necesario también comprender lo que se hace incluso para conseguir el bien. No se trata de seleccionar genes, en eso no habría problema. Se trata de seleccionar seres humanos incipientes en sus primeros días y seleccionar a unos para vivir y a otros para morir, a unos para la vida y a otros para la muerte y esto no es humano, aunque se haga con un fin bueno", señaló.

"Esto es un caso feliz, pero no nos debe hacer olvidar el principio fundamental. No se puede hacer el mal para que venga el bien", incidió repreguntado sobre el tema de salvar la vida de Andrés, que no hubiera vivido más de 35 años.