Amorós asegura que los permisos iniciales a extranjeros bajarán "drásticamente"

Barcelona.-  Las autorizaciones iniciales de trabajo para extranjeros se reducirán "drásticamente" durante 2009, según ha afirmado el secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, quien ha señalado a la crisis como la principal causa de este descenso.

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(EFE)

El secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós. EFE/Archivo

En declaraciones a Efe, Amorós ha asegurado que "no es el momento de dar autorizaciones iniciales de trabajo a personas que están en el extranjero", sino el de "concentrarse en las familias que pasan dificultades -inmigrantes o no-".

Según ha referido el secretario, a lo largo de 2008 ya se observó un cambio significativo en la cifra de permisos iniciales o modificaciones aprobadas en Cataluña, que fluctuó hacia la baja en el segundo semestre del año.

Con todo, los datos provisionales citados en el boletín de la Secretaría de Inmigración indican que el año pasado 32.000 personas extranjeras obtuvieron por primera vez el permiso de trabajo o su modificación en Cataluña.

A pocos meses de que la Generalitat asuma la gestión de los permisos de trabajo (en octubre de 2009), Amorós ha evitado hacer estimaciones porcentuales sobre la reducción en la concesión de ese tipo de autorizaciones, y ha insistido en la necesidad de "agilizar" su otorgamiento para las personas extranjeras que se encuentran en situación de reagrupación familiar.

Ante el gran impacto que el paro genera en la población inmigrante (20,5 por ciento de las personas desempleadas en Cataluña son extranjeras, de acuerdo con datos del Departamento de Trabajo), la Secretaría de Inmigración ha apostado por ampliar su oferta formativa en sectores laborales con mayor proyección de futuro, ha dicho Oriol Amorós.

El secretario ha explicado que, junto con el Departamento de Trabajo, su oficina promoverá la formación para inmigrantes en áreas como los servicios a empresas, nuevas tecnologías, servicios sociales y atención a personas, con el objetivo de incentivar la reincorporación de los parados al mercado de trabajo.

"Movilizar hacia el mundo del trabajo a la inmigración que tenemos aquí -especialmente la familiar- será positivo para fortalecer a estas familias, reducir el flujo migratorio y mejorar el nivel de integración y el nivel de igualdad entre hombres y mujeres", ha asegurado Amorós.

Sobre las políticas de retorno voluntario, promovidas de forma simultánea por el Gobierno Central y desde la Generalitat, el secretario ha señalado que "son muy positivas", pero ha advertido de que "nunca se tiene que tener un concepto del retorno como si fuera la solución a los problemas o como si fuera la política principal. No lo es ni lo será", ha dicho.

Si bien ha señalado que se buscará el refuerzo de este tipo de medidas, Amorós ha advertido de que el retorno afectaría sólo a una pequeña porción de la inmigración catalana, estimada según el padrón de 2008 en cerca de 1.120.000 personas.

Amorós ha declarado que "si este año retornan de Cataluña dos mil o tres mil personas le aseguro que consideraremos que es un éxito, pero este retorno no se va a producir".

Las medidas planteadas por el gobierno catalán en materia de inmigración se recogen en el Pacto Nacional por la Inmigración, un documento firmado por 35 entidades de diversos ámbitos de acción social, en el que se plantean las principales líneas de trabajo para favorecer la integración de la comunidad inmigrante y la comunidad de acogida.

Se trata, ha dicho Amorós, de un trabajo que no sólo debe realizarse desde el colectivo de "nouvinguts" (nuevos ciudadanos), sino también como resultado de un esfuerzo de los catalanes autóctonos, pues la inmigración en Cataluña "no es una coyuntura, no viene y se va: es un hecho estructural", ha asegurado.