Los médicos de familia murcianos secundan un paro en repulsa por el asesinato de su compañera

Murcia.-  Los sanitarios de los 76 centros de atención primaria de la Región de Murcia han guardado hoy cinco minutos de silencio en repulsa por el asesinato, el pasado miércoles, de la doctora María Eugenia Moreno Martínez en el centro de salud de Moratalla.

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(EFE)

Médicos, enfermeras, personal sanitario y de administración se concentraron hoy en silencio durante cinco minutos, ante el centro de salud del Infante Juan Manuel de Murcia, en repulsa por el homicidio de la médico María Eugenia Moreno en Moratalla, convocados por la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SMUMFYC) a una concentración ante los centros de salud, servicios de urgencias y unidades de transporte de la Región, a la que se han adherido organismo sanitarios de toda España.

Pedro Pérez, de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SMUMFYC), convocante del paro, explicó a EFE que este acto tiene como objetivo "llamar a la sociedad a una reflexión profunda de por qué están sucediendo estos hechos en el ámbito médico".

Pérez siguió la concentración desde el centro médico de Vistalegre, en Murcia, donde se encontraban todo el personal sanitario junto al decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, Joaquín García, y el presidente del Colegio de Médicos de la Región, Rodolfo Castillo.

Aseguró también que en este centro médico no se han registrado agresiones físicas, pero sí verbales al personal sanitario.

"De hecho -agregó-, el mismo día que ocurrió el suceso de Moratalla aquí amenazaron a un médico".

El director del centro médico de El Infante de Murcia, José Manuel Prieto, constató que las amenazas a médicos, enfermeros y auxiliares no son aisladas, e indicó que en este centro también se han dado situaciones de "mucho riesgo".

En este sentido, Prieto señaló que este centro, que atiende a más de 40.000 pacientes, cuenta desde hace meses con un guardia de seguridad "tras las amenazas de muerte reiteradas a uno de los pediatras del centro por parte de un paciente".

Este facultativo piensa que "hay medidas básicas que se deberían adoptar en todos los centros para evitar estas situaciones, como la contratación de agentes de seguridad o la ubicación de pulsadores de alarma".

Sin embargo, Prieto coincide en destacar que donde hay que hacer una labor más intensa es en la educación y en la concienciación de la población para que "entienda que los servicios públicos no son de uso exclusivo, por lo que deben respetar al personal y atenerse a unas normas para que se puedan utilizar con efectividad".

Estas peticiones se unen a la reclamación de mayores medidas de seguridad en los centros sanitarios realizada ayer por representantes sindicales ante las puertas de la Consejería de Sanidad.

En este acto, los representantes sindicales pidieron una mejora del Plan de prevención de Agresiones, una profundización de su implantación, así como un seguimiento de oficio por parte de la Administración de todos los casos de agresiones a los profesionales sanitarios y la convocatoria urgente de la Mesa Sectorial de Sanidad y del Comité de Seguridad y Salud.

Estas manifestaciones se producen después de que en la madrugada del miércoles, un taxista jubilado de 74 años irrumpiera en el centro de salud de la localidad murciana de Moratalla y disparara cuatro tiros en la cabeza y en el pecho a una de las doctoras que atendía el servicio de Urgencias, que murió horas después a causa de las graves heridas.

El agresor, P.N.M., también disparó al conductor de la ambulancia del centro, que se encuentra estable en el hospital del Noroeste de Caravaca de la Cruz.