Neira dice que los maltratadores de mujeres "atacan honorabilidad de los hombres"

Madrid.-  Madrid, 12 mar (EFE ).- El profesor Jesús Neira, que ha estado en coma 68 días tras ser agredido por defender a una mujer a la que su novio golpeaba, instó hoy a los hombres a "no tolerar" la violencia contra las mujeres porque "los maltratadores atacan también la honorabilidad del sexo masculino".

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(EFE)

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído (d), la esposa de Jesús Neira, Isabel Cepeda (c), y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (i), durante la presentación del libro "Diario de Jesús Neira. El hombre que dijo basta". EFE/ARCHIVO

"Como hombres, estamos unidos por un cordón umbilical al maltratador: somos del mismo sexo. Eso es algo que no hemos querido, pero los somos", afirmó.

Así lo declaró esta noche Jesús Neira, de 56 años, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad madrileña Camilo José Cela, en entrevista a Antena3-TV, la primera que concede a un medio audiovisual desde que abandonó la unidad de cuidados intensivos del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.

Neira quedó en coma el pasado 2 de agosto al ser brutalmente golpeado por un hombre que agredía a una joven a la entrada de un hotel de Majadahonda (Madrid) cuando se disponía a acceder al establecimiento hotelero, junto con su hijo Alejando.

Tras estar al borde de la muerte varias veces, principalmente por los derrames cerebrales causados por los golpes de su supuesto agresor, Antonio Puerta, en prisión, el profesor apareció esta noche ante las cámaras con buen aspecto, sereno, alegre y recuperado de peso.

Según refirió, "aquel 2 de agosto del año pasado lo recuerdo bien. Volvía de Villanueva de la Cañada (Madrid) con mi hijo Alejandro, hacía calor y decidimos tomarnos una Coca-Cola en un hotel cercano".

"Paré el coche y al dirigirme a la entrada lateral del edificio, vi una brutalidad: cómo un hombre golpeaba a una mujer. La tenía como a un guiñapo. Ella tambaleaba, pero él la seguía pegando". "Le increpé y seguí mi camino", añadió.

Pero cuando Neira se encontraba ya en el recibidor del hotel, fue atacado por la espalda por el hombre, identificado como Antonio Puerta, según testimonios e imágenes grabadas por las cámaras del establecimiento.

"Recibí un fuerte golpe por detrás que me dejó inconsciente y me hizo caer al suelo. Luego el hombre me pateó. Gracias a mi hijo, dejó de darme patadas y se marchó. Si no, hoy estaría muerto", afirmó.

El profesor reiteró que hoy "volvería a hacer lo mismo: defender a una mujer". "Me arrepiento de haber estado de espaldas a una cucaracha", subrayó.

Agregó: "Desde luego no tenía ningún tipo de problema con él porque es un hombre de una envergadura menor. Es decir, que si llega a tratar de golpearme de frente hubiera salido muy mal parado".

El profesor manifestó su deseo de que "se haga justicia porque una violencia de tal calibre me podría haber matado".

Y sobre la mujer presunta maltratada, Violenta Santander, dijo que jamás se ha puesto en contacto con él.

Aunque a Neira le "da lo mismo" lo que la presuntamente agredida haya podido hacer o decir, porque "en este mundo hay escalafones que va desde lo que son cucarachas a lo que son personas. Cada cual está en un escalón. Yo estoy con los míos, con mis pares. Y los que haya en los otros me trae al fresco".

Neira argumentó que le preocupan cosas, como vivir el día a día, poder abandonar el hospital, o comerse un bocadillo de chorizo con un buen vino Rioja junto a su esposa, Isabel Cepeda.

Y hacer el crucero que ya ha preparado con ella con ella por el Caribe.

Y para el día en que abandone el hospital dijo que deseaba disfrutar con una comida opípara y "tomarme una cerveza antes de comer. Y beber un magnífico vino con la comida... "

Sobre la propuesta de la Comunidad de Madrid de nombrarlo director del Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género dijo que aceptará el ofrecimiento.

"Sí voy a aceptar, seguramente sí. No sé en qué medida voy a ser útil, pero haré lo que esté en mi mano", concluyó el hombre que por defender a una mujer de su agresor ha estado al borde de la muerte.