Representante de la Unasur, preocupado por el ataque al ex vicepresidente boliviano

La Paz.-  El representante de la Unión Naciones Suramericanas (Unasur), el ex canciller chileno Juan Gabriel Valdés, dijo hoy en La Paz que ve con "preocupación" la situación que afecta al ex vicepresidente y opositor boliviano Víctor Hugo Cárdenas.

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(EFE)

El representante de la Unasur, el ex ministro de Exteriores de Chile Juan Gabriel Valdéz (i), habla con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera (d), durante una reunión en La Paz.

Valdés hizo la declaración tras reunirse con el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, en la ciudad de La Paz, donde llegó para recibir una distinción a nombre de Unasur como "Personaje del 2008" otorgada por la red de radios católicas Erbol.

Campesinos afines al presidente Evo Morales ocuparon el sábado pasado una casa de campo de Cárdenas, posible rival del mandatario en las próximas elecciones, y expulsaron de la misma a su esposa e hijos para convertirla en un asilo de la comunidad indígena.

Cárdenas atribuyó la ocupación a la campaña que hizo en contra de la Constitución promovida por el jefe de Estado y que finalmente fue aprobada en un referendo nacional en enero pasado.

"Yo lo observo con preocupación, me parece un hecho muy serio", dijo Valdés al ser consultado por la prensa sobre lo sucedido al ex vicepresidente (1993-1997), aunque también recibió "con satisfacción" las "reacciones de todos los sectores políticos".

El ex canciller chileno fue uno de los protagonistas de la organización del diálogo político ocurrido en Bolivia en 2008 y que derivó en un acuerdo entre el Gobierno y parte de la oposición para que el Congreso aprobara cambios al texto constitucional aprobado.

La distinción que recibió hoy precisamente destaca el aporte de la Unasur al diálogo para acercar a Morales y sus opositores.

A propósito del caso Cárdenas, Valdés destacó que García Linera considera lo sucedido "un hecho inconstitucional que no está instalado en ningún caso en el ordenamiento constitucional" votado en Bolivia y que debe ser procesado de acuerdo con la Justicia.

Los campesinos que ocuparon la vivienda anticiparon que harán la gestiones para expropiarla y han prohibido a Cárdenas retornar a la región donde se encuentra el inmueble.

El ex jefe de la diplomacia chilena también enfatizó su deseo de que los bolivianos continúen en el "camino pacífico de transformaciones" y que lleguen "en paz" a los comicios del 6 de diciembre próximo.

Varios sectores políticos opositores han reprochado lo sucedido con Cárdenas y lo han considerado una represalia del oficialismo contra la oposición, mientras que el Gobierno ha negado su presunta responsabilidad en las acciones de los campesinos.

A principios de semana, la oficina de Naciones Unidas en Bolivia también expresó su preocupación ante la agresión sufrida por la familia de Cárdenas e hizo un llamado a que todos los sectores actúen "en el marco del respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho".

La Iglesia católica, que medió en la crisis del año pasado junto a los delegados de la Unasur y la ONU, entre otras entidades, también manifestó en los pasados días "su voz de indignación y protesta" por los ataques a Cárdenas.