Los ganaderos salmantinos permiten que los veterinarios vacunen a las reses pese a sus reticencias

Boada (Salamanca).-  Los ganaderos de vacuno de la provincia de Salamanca, que habían anunciado que no permitirían a los veterinarios de la Junta vacunar a sus reses bovinas contra la lengua azul, han cedido y han permitido esta mañana el acceso a sus explotaciones para el saneamiento de los animales.

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(EFE)

Un veterinario vacuna contra el serotipo 8 de la lengua azul a una vaca de la explotación de Jesús Ramos, ganadero de Boada (Salamanca). Los ganaderos de vacuno de la provincia de Salamanca, que habían anunciado que no permitirían a los veterinarios de la Junta vacunar a sus reses bovinas contra la lengua azul, han cedido y han permitido esta mañana el acceso a sus explotaciones para el saneamiento de los animales.

Durante la pasada semana, ganaderos de municipios como Escurial de la Sierra, El Cubo de Don Sancho, Boada o Villar de la Yegua habían anunciado que impedirían la aplicación de la vacuna en sus explotaciones dado que, a juicio de los profesionales del sector, debilitaba a las vacas inyectadas y se daban casos de abortos, partos prematuros e incluso muertes.

Esta mañana ha sido el turno de la vacunación en el municipio de Boada, cuyos ganaderos sí han permitido que sus animales sean vacunados del Serotipo 8 de la enfermedad de la lengua azul.

El pasado lunes, el director general de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Eduardo Cabanillas, se reunió con ganaderos y organizaciones profesionales agrarias para tratar el problema de la vacunación.

Cabanillas dejó claro que la vacunación seguirá y habló de medidas contra aquellos que se nieguen a vacunar, como la inmovilización de las explotaciones.

La Junta mantiene que no se ha demostrado la causa-efecto entre la vacuna y las muertes.

"Es una vergüenza que nos metan miedo si no se vacuna, cuando sabemos todos que es la causante de la muerte de muchos animales", ha asegurado hoy a Efe el alcalde y ganadero de Boada, Juan Matías Garzón.

Jesús Ramos, ganadero de Boada que esta mañana ha permitido la vacunación, ha manifestado que "no nos queda otra que vacunar, ya que si no lo hacemos no podemos, ni siquiera, vender los terneros que criamos".

Durante la jornada de mañana, los veterinarios de Avescal, empresa adjudicataria de la campaña de vacunación, proseguirán el proceso en el municipio de El Cubo de Don Sancho, donde los ganaderos también permitirán la entrada a los veterinarios, a pesar de que el 27 de febrero habían manifestado que no la permitirían.

Maximino Morales, alcalde del El Cubo de Don Sancho, también ha expresado su resignación para dejar vacunar, "ya que no nos queda otra, a pesar de que sabemos que está matando a muchos animales"

En la cabaña de vacuno salmantina se han detectado 690 muertes y 432 abortos que los ganaderos achacan al proceso de vacunación, iniciado el pasado mes de octubre.