La economía asturiana continúa en proceso de "progresivo debilitamiento"

Oviedo.-  La indicadores de coyuntura conocidos a lo largo del mes de enero siguen apuntando un progresivo debilitamiento de la economía asturiana, inmersa en una difícil situación nacional e internacional ante la que no se vislumbran perspectivas de recuperación.

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(EFE)

La flota pesquera de bajura de Asturias amarrada en el puerto de Gijón. EFE/Archivo

Así se desprende del informe relativo al mes de enero de 2009, elaborado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), que destaca que, según los indicadores coyunturales de ese período, el deterioro se está notando especialmente en el consumo, en la inversión residencial y en la industria, y sus efectos se plasman en la evolución del mercado de trabajo.

En este campo, el empleo disminuye con mayor intensidad -el número de trabajadores en alta laboral afiliados a la Seguridad Social retrocedió un 3,4 por ciento- y el paro registrado aumenta a un ritmo cada vez más alto.

Por el lado de la oferta, los servicios, sin datos sobre las actividades turísticas, apuntaron en enero una pérdida de empuje apreciable, y la construcción prolonga el descenso significativo de la actividad, como demuestra el hecho de que las ventas de cementos producidos en Asturias cayeron un 48,5 por ciento.

La industria experimentó en enero el mayor descenso de los últimos meses, pese al crecimiento de la rama energía eléctrica.

Dentro del sector primario, la agricultura repitió malos resultados económicos, sobre todo por la merma ya casi habitual de la producción láctea -el volumen de leche de vaca comercializada disminuyó un 9,9 por ciento-, acompañado por un precio que también cotiza a la baja; pero para el subsector pesquero, el balance presenta un cariz contrario, mejor en el aspecto extractivo -el peso de la pesca rulada en las lonjas de Avilés y Gijón subió un 22,7 por ciento- que en el monetario.

En cuanto a la demanda, fue de una fuerte contracción en todos sus agregados, y así la matriculación de turismos se rebajó un 30,6 por ciento.

En enero, la coyuntura laboral de la región dibujó un comportamiento parecido al de los meses finales de 2008, con una reducción significativa del empleo y fuerte crecimiento del paro, acusando de forma directa el progresivo debilitamiento de la actividad económica, aunque, por el momento, éste sigue manifestándose con menor intensidad que en el conjunto del país.

Así, la afiliación media a la Seguridad Social disminuyó un 3,4 por ciento interanual, un 1,1 por ciento por encima de como lo había hecho en diciembre, rebajando la cota de 390.000 trabajadores por primera vez desde hace dos años y situándose en unos niveles similares a los de mediados de 2006, aproximadamente.

El paro registrado se incrementó un 28,8 por ciento respecto a enero de 2008, tras haber cerrado ese ejercicio marcando una subida del 24,2 por ciento.

En este caso, habría que retroceder hasta los primeros compases de 1997 para tropezar con una cifra de magnitud equiparable, por encima de los 70.000 desempleados.