Un año después, Quito y Bogotá más separados que nunca en lo diplomático

Quito.-  Ecuador y Colombia, vecinos que comparten historia y frontera, se encuentran más separados que nunca en lo diplomático al cumplirse un año del bombardeo colombiano contra un campamento que las FARC habían instalado en la zona ecuatoriana de Angostura, según coincidieron hoy varios analistas.

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(EFE)

Bermúdez dice que lo importante en este momento es que, "con prudencia en las declaraciones, encontremos los mecanismos para normalizar las relaciones". EFE/Archivo

El bombardeo, que causó la muerte de unas 26 personas, entre ellas el portavoz internacional de las FARC, Luis Édgar Devia, "Raúl Reyes", el ecuatoriano Franklin Aisalla y cuatro estudiantes mexicanos, ocurrió el 1 de marzo y dos días después el Gobierno de Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Colombia.

Los intentos de acercamiento se han complicado por declaraciones de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Colombia, Álvaro Uribe, tanto dentro como fuera de sus países.

Para el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peñaherrera, es "lamentable e inexplicable" que Correa haya llegado al extremo de romper relaciones y "peor aún" de mantenerlas así durante un año pese a que Ecuador y Colombia tienen "mucho de común y una historia de buenas relaciones".

Aunque descarta que la ruptura diplomática haya afectado el intercambio comercial, el "distanciamiento evidente" entre Correa y Uribe ha afectado proyectos privados y públicos.

Para él, el haberse conocido -a confesión de parte- que el ex subsecretario de Gobierno José Chauvín se reunió durante siete veces con "Reyes" y al haber sido detenido por supuesta relación con una presunta red de narcotraficantes que operaba con droga proporcionada por las FARC, ha complicado aún más la situación.

Por ello, señaló, es "más complejo que nunca que se reanude un proceso de diálogo, pues ni para Correa ni para el presidente Uribe hay las condiciones necesarias para que, en los próximos meses, veamos un acercamiento".

Peñaherrera dijo a Efe que los dos Gobiernos están "más separados que nunca" y, aunque justificó la protesta ecuatoriana, insistió en que mantener la ruptura fue una medida extrema, en especial después de que Uribe pidió disculpas públicas en reuniones internacionales.

Para Francisco Carrión, ex ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, las razones del Gobierno ecuatoriano para romper relaciones "son justificadas, pues el motivo fue una incursión militar, un bombardeo en una zona de territorio ecuatoriano, reconocida, que ni siquiera estaba en disputa".

Carrión recordó el apoyo internacional a la tesis ecuatoriana en la Cumbre de Río en Santo Domingo, así como en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, pero reconoció que la situación se tornó más compleja cuando se entrelazaron declaraciones de Correa y Uribe que molestaron a uno y otro Gobierno.

En diciembre pasado, el ministro ecuatoriano de Exteriores, Fander Falconí, aseguró que las relaciones de su país con Colombia están en punto "congelado", y sigue manteniendo la misma posición ahora, exigiendo el cumplimiento de unos "requisitos mínimos" para restablecerlas.

"Mientras no haya un cambio de la posición, defensa irrestricta a la frontera, mientras no dejemos de ser los perjudicados en un conflicto que lleva prácticamente sesenta años desde su origen, es imposible cambiar en este momento las relaciones con Colombia", comentó.

Carrión, que considera "acertada" la decisión de Correa de romper relaciones dos días después del bombardeo, opina que la solución al conflicto diplomático está "bloqueada" y calificó de "muy difícil" prever una fecha en que se solucione el asunto.

"Me temo que por ahora y, para ser franco, no soy optimista", dijo Carrión al ser consultado por Efe sobre la posibilidad de una pronta normalización de las relaciones diplomáticas que, aunque no han afectado en gran medida al comercio, sí pueden contaminarlo en el futuro.

Carrión comentó que "cuando no hay relaciones diplomáticas, la tendencia es a un deterioro de los otros ámbitos de la relación internacional".

Peñaherrera y Carrión coinciden en que la desconfianza entre los dos gobiernos ha aumentado, aunque ello, según el presidente de la Federación de Cámaras, no ha degenerado en enfrentamientos xenofóbicos o en la ruptura de otro tipo de relaciones, en las que se mantiene un nivel de "fraternidad", apuntó.E

El diario "El Universo" publicó hoy una entrevista con el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en la que apela a "la prudencia y discreción" para poder llegar a normalizar las relaciones.