José Blanco asiste a un acto de campaña al grito de "¡aquí está Pepiño!"

Santiago de Compostela.-  "Veo que estáis bien, incluso animados. ¡Pues aquí está 'Pepiño'!". Así, con ironía, inició el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, uno de sus últimos actos de campaña que se celebró en la noche del jueves en medio de un polideportivo abarrotado en el lugar que más le agrada: su Lugo natal.

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(EFE)

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco (d), entrega un folleto de propaganda electoral a una vecina de Lugo. EFE/Archivo

Fue el preámbulo del punto final de una campaña de elecciones autonómicas gallegas en las que Blanco se volcó. Llegó con viajes de ida y vuelta el 30 de enero y estableció luego un centro de operaciones fijo en un hotel de Santiago, donde estuvo permanentemente acompañado por su jefe de gabinete, el responsable de prensa y un conductor.

Considerado por algunos como el "mejor estratega" que jamás haya pasado por la sede de Ferraz, Blanco puso todo su empeño para involucrar a los suyos en una campaña que empezó fría y acabó "con la gente entregada", según señala uno de sus colaboradores.

Desayuno a las 8 de la mañana rodeado de periódicos, seguido de una rápida reunión con el equipo y la atención de algún compromiso con medios de comunicación constituían a diario el arranque de su jornada electoral; luego "carretera y manta", apunta el mismo colaborador.

Con esta dinámica, el equipo de Blanco, o 'Pepiño', "como despectivamente se refieren a mí tanto Rajoy como los pijos del PP", apuntó en un mitin, recorrió por las carreteras gallegas más de 6.000 kilómetros y participó en más de 100 actos, siempre con la misma premisa: "procurando no coincidir con el candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, para no solapar que él era el gran protagonista", subrayó su colaborador.

Tampoco faltaron salidas al exterior, con presencia en Argentina, Uruguay, Venezuela o Suiza, para intensificar una campaña que, según explicitó en un acto, se encargó de "ensuciarla" el Partido Popular, hasta el punto de haberle exigido al presidente nacional de este partido, Mariano Rajoy que explique quien pagó "la campaña sucia" del PP.

Participó en una media de 4 actos diarios, bien sectoriales, reparto de propaganda o mítines, para movilizar al electorado, ya que la abstención se ha convertido en uno de los grandes temores del Partido Socialista en estas elecciones.

Entre su equipo tienen la convicción de que ha logrado dinamizar la campaña a favor de su partido. "Contó con más gente incluso que en las pasadas generales cuando él (Blanco) era candidato. La cena del pasado jueves con 1.250 personas en la localidad lucense de Castroverde fue espectacular", enfatizaron desde su equipo.

Hombre experto en manejar encuestas quiere sumar en estas elecciones otro éxito a su dilatada trayectoria de estratega. De su mano llegó Rodríguez Zapatero a la secretaría general del PSOE y más tarde a la presidencia del gobierno.

Pero en Galicia, siempre bajo su estrategia, también contribuyó a situar en el sillón de la alcaldía de Lugo al primer mandatario socialista de la capital lucense, más tarde hizo lo propio con Touriño en la Xunta e incluso logró el más difícil desbancando al PP de la presidencia de la diputación de Lugo.

Tan sólo le faltó haber ganado unas elecciones en su municipio de Palas de Rei donde fue concejal. Estuvo a punto de conseguirlo en las últimas municipales cuando le faltaron tan sólo dos votos.

Por eso, cuando en esta campaña se situaba con sutil seguridad tras el atril arengaba una y otra vez a los asistentes para que acudan a votar y que no se vuelva a reproducir lo que le sucedió en Palas.

Arcadio Silvosa