Quintana pide que el 1 de marzo sea el "waterloo" de Rajoy y Feijóo, que verán su "derrota"

Ourense.-  La música de Abba, con su mítica canción "Waterloo" puso el punto final a la penúltima jornada de campaña con un mitin en Ourense, en el que Quintana aseguró que Galicia será el auténtico "waterloo" de Rajoy y Feijóo que los llevará el 1 de marzo a la derrota, como sucedió en 1815 en la batalla que llevó al desastre al ejército napoleónico.

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(EFE)

El candidato del BNG a presidente de la Xunta de Galicia, Anxo Quintana, rodeado de numerosos medios de comunicación durante su mítin improvisado en la calle Urzaiz de Vigo en el barrio del Calvario.

Por ello, llamó a los desencantados con la campaña de "desprestigio, mentira y asquerosidad", iniciada por el PP para votar a la "fuerza política propia del país", a la vez que pidió un último esfuerzo, porque ahora "no vale el desánimo, por nuestros hijos y por todos los que tendrán que habitar Galicia, tenemos que hacerlo".

Utilizando un símil futbolístico, Quintana calificó al BNG de gran equipo, con una alta capacidad de juego, con alternativas, en un partido en el que todos se pasan la pelota entre ellos para conseguir marcar, meter el gol y ganar.

Pero como equipo ganador, dijo, se tiene que enfrentar a uno "en decadencia, que embarra el cambio y anima a sus hooligans para que salgan a la calle a meter miedo".

Ironizó sobre el legado de Fraga, de quien dijo que "se vengó de nosotros dejándonos aquí a Baltar" y ahora, "su enviado anda como alma en pena convertido en un hooligan dedicado a la difamación porque no quieren ganar, quieren destruir, incluso a las personas, llegando a los extremos de difamación personal más asquerosa", incidió.

Pues, "que sepa Feijóo que no puede esconderse detrás de su empecinado de aquí, un cacique que no pasará a la historia como el cacique bonachón y aldeano que hace favores, sino como la peor cara de la difamación y la mentira".

Ante eso, prometió que no sólo no lo "van a doblar", sino que empeñará "el resto de su vida" en acabar con el caciquismo en Ourense y en toda Galicia.

En estas elecciones, dijo, sólo hay dos opciones, "la de convertirnos en una región de quinta categoría, votando al PP, o la del BNG, un gobierno para la gente y para el bienestar", olvidándose como ha hecho en toda la campaña de la presencia de su actual socio de gobierno, el PSOE.

El problema, explicó Quintana, es que "ya no somos una formación simpática y folclórica que crece en una esquina, ahora les da miedo que seamos un partido con fuerza para transformar este País, no quieren otra comunidad con la posición de Euskadi y Cataluña".

En su discurso, negó además la existencia de una Galicia de dos velocidades, "lo que había era una a la que se frenaba su capacidad de desarrollo, que con la política del PP iba siempre a una velocidad menor, marcha atrás".

Recordó a Florentino Cuevillas quien veía a Galicia como "una nación con cierta vocación al suicidio, sin la realidad vivida durante tiempo por esta tierra, donde el caciquismo campaba a sus anchas y hacía lo que quería en cada elección, pero hoy vería a una Galicia emergente y a un país lleno de futuro".

Hace años, argumentó, Galicia movió las primeras piedras para que Aznar "acabase desalojado de la Moncloa, ahora pondremos los primeros pasos para que se produzca la derrota de Rajoy y Feijóo.

Para ello, pidió de nuevo "una movilización masiva" el próximo 1 de marzo y "tendió la mano para unirse en una gran marea de libertad que se convierta en servicio del país".

Cerca de 3.000 simpatizantes y militantes del BNG, que se levantaron al escuchar "Eu son Anxo Quintana" simulando la imagen del anuncio de campaña del BNG, en el que se recuerda una de las escenas del clásico del cine Espartaco, arroparon al líder de los nacionalistas gallegos.

Previamente, el ánimo de los presentes en el pabellón de los Remedios en Ourense se ponía en pie para recibir a Alfredo Suárez Canal, candidato número 1 por Ourense, quien fue piropeado desde las gradas.

Recurrió a la comparación del BNG con una orquesta, donde "todos somos músicos de atril, que interpretamos la partitura de compromiso con Galicia y con Ourense, pero necesitamos dar el salto para tener un director de orquesta que dirija este país, ese es Quintana", a quien le entregó una batuta para que se pusiera en marcha.