Los gobernadores de EE.UU. inician su reunión invernal con un debate sobre el plan de estímulo

Washington.-  Los gobernadores de Estados Unidos expresaron confianza hoy en que el plan de estímulo de 787.000 millones de dólares les ayudará a capear la crisis presupuestaria y espolear el desarrollo económico.

Al inicio de su reunión invernal en Washington, los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA, por su sigla en inglés) señalaron en una rueda de prensa que aunque el plan de estímulo no es "perfecto", al menos los fondos destinados a los gobiernos estatales ayudarán a evitar un mayor desastre.

El plan prevé ayudas para que los gobiernos estatales puedan financiar sus programas de educación, salud, educación y mantenimiento o reparación de infraestructura.

Además, "nos ayuda a evitar despidos masivos y una reducción increíble en los servicios, que hubiesen expuesto a nuestros ciudadanos a tremendos riesgos personales", aseguró el presidente de NGA, el gobernador demócrata de Pensilvania, Ed Rendell.

Aunque muchos republicanos se han quejado del componente fiscal del plan de estímulo, el gobernador republicano de Vermont, Jim Douglas, afirmó que cada gobierno tendrá que "asegurarse de que la aceptación de cualquier recurso federal se hace con los mejores intereses de ese estado y sus residentes".

Sin embargo, otros gobernadores republicanos, como Haley Barbour, de Mississippi, y Bobby Jindal, de Luisiana, han dejado entrever que podrían rechazar parte de la ayuda destinada a sus estados en el plan de estímulo.

Ambos gobernadores, que se perfilan como posibles candidatos presidenciales para 2012, consideran que el plan de reactivación económica es demasiado costoso y contiene gastos fiscales que harán poco por estimular la economía a corto plazo.

En el primer día de reuniones, Rendell presentó un informe sobre su iniciativa titulada Fortalecimiento de Nuestra Infraestructura para un Futuro Sostenible, tras advertir de que la infraestructura nacional no ha estado a la altura de las crecientes y cambiantes demandas del país.

En ese sentido, Douglas dijo que el desarrollo económico de EE.UU. depende de la modernización de las carreteras, puentes, vías ferroviarias, plantas de tratamiento de agua potable, escuelas, hospitales, redes de banda ancha y la red del tendido eléctrico.

De hecho, la modernización de la vetusta infraestructura dominará buena parte de la reunión de tres días, aseguró la NGA.

Entre los grandes ausentes del encuentro figuraron el gobernador demócrata de Nuevo México, Bill Richardson, que retiró su nombramiento como secretario de Comercio, y la gobernadora republicana de Alaska y ex candidata para la vicepresidencia, Sarah Palin.

Richardson afronta una investigación federal por ciertas contribuciones políticas que recibió su oficina, mientras que Palin está sumergida de lleno en la sesión de la legislatura estatal de Alaska.

El plan de estímulo, que ha desatado apasionados debates sobre responsabilidad fiscal y la urgencia de reactivar la economía, tiene el objetivo de crear o preservar 3,5 millones de empleos en los próximos dos años.

La medida contiene una gran infusión de fondos federales, repartidos en recortes de impuestos para individuos y empresas, gastos fiscales para obras de infraestructura y programas energéticos, de salud, educación, vivienda, así como ayudas para gente pobre.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, y la primera dama, Michelle, ofrecerán una cena mañana en honor de los gobernadores, que estará amenizada por la banda del cuerpo de los Marines y la leyenda musical de los años 1980 Earth, Wind and Fire.

El lunes los gobernadores asistirán a una reunión con Obama en la Casa Blanca para continuar analizando respuestas a la peor crisis económica de EE.UU. desde la Gran Depresión, en 1929.