Un 52% de la población activa de Cantabria no tiene cualificación profesional

Santander.-  Un 52 por ciento de la población activa de Cantabria no tienen un título universitario o de Formación Profesional que acredite su cualificación, aunque la nueva Ley de Formación y Cualificación prevea un sistema aún no implantado en la región para certificarla por la experiencia laboral adquirida.

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(EFE)

Un 52 por ciento de la población activa de Cantabria no tienen un título universitario o de Formación Profesional que acredite su cualificación, aunque la nueva Ley de Formación y Cualificación prevea un sistema aún no implantado en la región para certificarla por la experiencia laboral adquirida. EFE/Archivo

Así lo señala un informe de UGT, elaborado con datos contrastados del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2008.

Según este informe, 147.201 personas sobre un censo total de 281.499, entre trabajadores y desempleados, no tiene acreditada su cualificación profesional en Cantabria.

Entre los trabajadores ocupados, el porcentaje se sitúa en el 51 por ciento, es decir, 131.254 de un total de más de 256.000, mientras que para los desempleados se incrementa a un 63 por ciento, cerca de 16.000 de los 25.062 registrados a finales del año pasado.

El estudio difundido por la Secretaría de Empleo y Formación de UGT en Cantabria aclara que el porcentaje de trabajadores ocupados sin un título de cualificación profesional varía según los sectores económicos analizados, ya que en la agricultura y en la construcción supera con creces el 50 por ciento y en la industria y en los servicios no alcanza la mitad de los ocupados registrados.

Así, cerca del 90 por ciento de los trabajadores ocupados en la agricultura, 8.107 de un total de 9.083, carecen de cualificación profesional acreditada; en la construcción hay más de un 69 por ciento, 19.894 de un censo de 28.739; mientras que en la industria son un 48 por ciento, más de 24.000, y en los servicios representan cerca de un 47 por ciento, con más de 79.000 ocupados de los algo más de 168.000 contabilizados por la EPA.

Por edades, UGT destaca el elevado porcentaje de trabajadores de más de 45 años hasta la edad de jubilación que no cuentan con un título o certificado de cualificación profesional, más del 58 por ciento entre los asalariados en esa franja de edad (39.573 de un total de algo más de 68.000).

De hecho, como matiza la secretaria regional de Empleo y Formación del sindicato, Lola Ortiz, "el nuevo sistema de evaluación y acreditación afectaría como es lógico a las personas con mayor experiencia laboral, no a los jóvenes recién incorporados al mercado de trabajo, y en estos momentos hay más de 90.000 trabajadores de entre 25 y 65 años que podrían ver reconocida su cualificación profesional".

UGT subraya en su estudio que el porcentaje de desempleados sin cualificación profesional acreditada que ya han trabajado antes casi duplica en la actualidad a los que sí disponen de titulación correspondiente en las mismas condiciones.

De hecho, de los 22.917 parados registrados por la EPA que ya tuvieron un empleo con anterioridad, el 63%, 14.514, no disponen de una cualificación profesional reconocida, 6.111 más que los que sí cuentan con ella.

Lo mismo se puede decir de los desempleados que buscan su primer empleo, ya que los carentes de cualificación profesional acreditada son también el doble de los que sí disponen de ella: 1.433 los primeros por 712 con titulación.

Según precisa la secretaria de Empleo y Formación de UGT en Cantabria, todas las estadísticas consultadas confirman que a mayores niveles de formación y de cualificación profesional, crece de manera significativa la opción de encontrar o de mantener un empleo, por lo que destaca la importancia que de los profesionales de Cantabria pueda avalar "cuanto antes" sus conocimientos con un documento oficial.

UGT aclara que todos estos trabajadores son proclives a disponer de una acreditación oficial de su cualificación profesional cuando se cree en Cantabria la Agencia Cántabra de Evaluación de las Competencias Profesionales, que dependerá del Instituto Cántabro de Evaluación y Acreditación.

El problema, según recalca el sindicato, es que este "ya se ha constituido pero en realidad ni se ha puesto en marcha ni se le han dado funciones, con lo que el sistema de reconocimiento de las competencias profesionales es todavía una mera declaración de intenciones".