Solbes insiste en que debe imperar la prudencia en la concesión del crédito

Madrid.-  El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, insistió hoy en defender la prudencia en la concesión de préstamos a empresas y familias, y advirtió de que el crédito seguirá desacelerándose dado el difícil contexto económico y el mantenimiento de la incertidumbre financiera.

Solbes compareció hoy en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, donde reconoció que "parece sensato" pedir un esfuerzo a las entidades financieras por sostener el crédito, pero consideró "imprudente" basarlo en requisitos cuantitativos.

"Tan malo es denegar un crédito a un demandante solvente como dárselo al que no lo pueda devolver", dijo el ministro, para quien es "inevitable" que haya un ajuste en la evolución del crédito en España, que en años anteriores creció de una forma "exorbitante" para la que ahora no hay recursos suficientes.

En este sentido, el ministro de Economía señaló que el elevado endeudamiento del sector privado español se tiene que ir reduciendo para sanear su situación financiera.

Es de prever, en su opinión, que el crédito siga desacelerándose en los próximos meses, tanto en consonancia con el deterioro económico como por el hecho de que los mercados financieros siguen "sin normalizarse".

El vicepresidente se mostró convencido de que las medidas tomadas por el Gobierno están ayudando de algún modo a buscar dicha normalización en el sistema financiero para que el dinero llegue a empresas y familias, aunque admitió que los efectos de algunas actuaciones llevan su tiempo.

Sí dio los datos de la evolución de una de las principales apuestas del Ejecutivo para facilitar la financiación de las pymes: la línea ICO-Liquidez, dedicada a prestar capital circulante -dinero para funcionar- y que hasta la fecha, aseguró, ha prestado 160 millones de euros.

Para el ministro, este instrumento -que podrá complementarse con capital procedente de la línea ICO-Pyme, si es necesario- "va a funcionar muy bien".

En su análisis de la situación económica, Solbes admitió por primera vez que ahora ve "más dificultades en 2010 que las que veía antes", a pesar de lo cual insistió en que espera que ese año se retome el crecimiento y alcance ya "cierto vigor" en 2011.

Solbes también se mostró optimista sobre la compra de deuda pública española y confía en que los inversores puedan volver a interesarse cuando acabe la "sobre-reacción" que provocó la rebaja de calificación hecha en enero por la agencia Standard & Poors.

El debate en la Comisión de Economía no olvidó la posible fusión de Unicaja con Caja Castilla-La Mancha, en cuyas negociaciones, aseguró Solbes, el Ministerio no está interviniendo, y es el regulador, el Banco de España, el encargado de supervisar y dar el visto bueno, si llega el caso, a la operación.

Fue entonces cuando, al hablar de las dificultades que pueda tener alguna entidad financiera, el ministro se mostró partidario de ayudarla haciendo uso del Fondo de Garantía de Depósitos en lugar de otros instrumentos, como se ha hecho hasta ahora con "tan buenos resultados".

Durante la Comisión, los portavoces de los distintos grupos parlamentarios criticaron la labor del Gobierno en su objetivo para combatir la crisis y destacaron la falta de confianza en el Ejecutivo que tienen los ciudadanos y las empresas, lo que hace, en su opinión, que se agrave notablemente la situación.

Todos los portavoces, excepto la del PSOE, mostraron su malestar por el hecho de que el Ejecutivo no cuente con ellos para encontrar soluciones que aceleren la salida de la crisis.

A este respecto, el ministro aseguró que está dispuesto a hablar con las fuerzas políticas y escuchar sus propuestas.

El trabajo conjunto sería "muy útil", dijo Solbes, quien no obstante reconoció que las conversaciones bilaterales son más fáciles que un foro más amplio en el que habría "dificultades mayores para poder avanzar".