Londres cambiará estrategia antiterrorista para aislar el islamismo radical

Londres.-  El Gobierno británico está preparando un profundo cambio de su estrategia antiterrorista con el objetivo de aislar a quienes promueven públicamente la radicalización ideológica de la comunidad musulmana que vive en el Reino Unido.

Según informa la cadena pública BBC, que emite hoy un reportaje sobre este tema, este cambio de estrategia quiere combinar la lucha y prevención policial del extremismo de carácter violento con el combate del extremismo ideológico antidemocrático.

"Queremos ir más allá de hacer frente al extremismo violento. Ahora pensamos que deberíamos hacer frente a la gente que está en contra de la democracia y de las instituciones estatales", afirman las fuentes del Ejecutivo de Gordon Brown que cita la BBC.

El nuevo enfoque gubernamental persigue aislar socialmente a los dirigentes de la comunidad musulmana que defienden que el Islam es incompatible con la democracia occidental, incluso en el caso de que los comentarios no superen los límites de la libertad de expresión.

Se incluirán los casos de quienes argumentan que los musulmanes no deberían votar en las elecciones o que los homosexuales deberían ser castigados según establece la ley coránica.

El Reino Unido, añaden las fuentes, "debe identificar y respaldar sus valores" y este espíritu será el que emane de una política antiterrorista que se denominará "Combate 2" y que se convertirá en materia pública en los próximos meses.

El reportaje de la BBC, titulado "Musulmanes primero, británicos después", recoge el testimonio de una fuente de la lucha antiterrorista que asegura que la nueva estrategia también pondrá un énfasis especial en la infiltración de agentes de los servicios de inteligencia en la comunidad musulmana para obtener información.

Esta fuente asegura que los servicios de inteligencia han empezado ya a trabajar y utilizan como "caballos de Troya" los proyectos en los que el Gobierno invirtió 80 millones de libras para apartar a los jóvenes musulmanes de los sectores más radicalizados y propiciar una mayor integración social.

El laborista Nazir Ahmed, miembro de la Cámara de los Lores, apoya la iniciativa: "quienes predican el odio, quienes predican la división, quienes incitan al odio social, tienen que ser aislados".

Hasta ahora la política antiterrorista de Londres únicamente combatía a quienes hacen apología de la violencia, pero este cambio apuntará también contra quienes defienden la exclusión religiosa y la intolerancia hacia las costumbres occidentales.

Se pone el ejemplo del jeque Jalid Yasin, uno de los líderes musulmanes que cuenta con más adeptos en el país, que recientemente defendió "no vestir como los no creyentes, porque la ropa que llevan tiene la firma de maricas, homosexuales y lesbianas".

Otro influyente líder espiritual Abdurrahim Green, cuyos sermones son seguidos por miles de personas a través de Internet, argumenta que "el Islam no es compatible con la democracia" y justifica que los hombres peguen a sus mujeres -"una pequeña paliza que no deje marcas"- si consideran que han cometido algún acto "maligno".