El universo de Picasso se pasea entre los fogones de un castillo

Vélez-Málaga (Málaga).-  El universo del pintor malagueño Pablo Picasso se ha hecho presente entre los fogones de un castillo-fortaleza del siglo XVIII y ha inspirado un completo menú en el que se simulan el toro o los arlequines que plasmó en sus obras y se evocan sus épocas dorada o rosa.

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(EFE)

Imagen de un plato que evoca el universo de Pablo Picasso y que se puede degustar en la Escuela de Hostelería Castillo del Marqués en Vélez Málaga, donde el pintor malagueño ha inspirado un completo menú en el que se simulan el toro o los arlequines que plasmó en sus obras.

Una mezcla de gastronomía y arte dirigida a los sentidos es el resultado que han conseguido en la Escuela de Hostelería Castillo del Marqués, donde consideran que Picasso "tiene muchas referencias gastronómicas que los alumnos buscan con ayuda de un pintor y se ve la viabilidad y las técnicas culinarias que se pueden aplicar", ha explicado a Efe el profesor de cocina Víctor Moreno.

"El fin es conocer a Picasso e intentar extrapolar los símbolos de sus cuadros a los platos", una curiosa iniciativa materializada hoy en este centro de Vélez-Málaga para la que los estudiantes han recibido clases del artista Aurelio Díaz "Buly", que les ha ayudado a buscar elementos en la obra picassiana.

Las entradas son a base de boquerones y también se puede degustar rabo de toro estofado al vino tinto con unos cuernos hechos con cebollinos, mientras que en recuerdo del periodo de estancia de Picasso en Francia se sirve una crema bullabesa con un filo anisado.

A continuación llega a la mesa un ajoblanco malagueño, en el que se busca el color a través de papaya, mango, pétalos de pensamiento y huevas de salmón.

De pescado, se sirve dorada de acuicultura acompañada de risotto, espárragos y salsa Nantua con la que el camarero termina de decorar el plato, además de un bouquet de brotes y lechugas pequeñitas.

La época dorada de Picasso se encuentra en los brillos de esa pieza del mar y la salsa, de tono rosáceo, evoca la época rosa del artista.

En la carne, se ha intentado "buscar el volumen y las formas geométricas que tiene Picasso en alguno de sus cuadros" a través de patata, un solomillo relleno de foie, crujiente de espinacas y salsas de vino dulce de Málaga y mango, según Moreno.

De postre ron Málaga, un semifrío con rombos de chocolate que recuerdan a los arlequines de Picasso y pasa malagueña.

Y es que la cocina también se considera arte y ahí entran otros sentidos, lo visual, el aspecto gustativo, el olfativo, el tacto, y eso genera una serie de emociones" que es lo que buscan estas creaciones de cocina.

"Podíamos haber hecho elaboraciones sobre la fase oscura de algún pintor, pero no buscamos generar desasosiego ni desequilibrio en los comensales, queremos algo placentero", ya que "el arte gastronómico tiene una búsqueda del placer sobre todo", destaca Moreno.

Los alumnos han descubierto cosas nuevas de Picasso, muchos símbolos y han disfrutado al hacer los platos, como cuenta Alicia, de segundo curso de cocina.

Este antiguo castillo, un fuerte o batería costera de tipo defensivo que fue más tarde cuartel de la Guardia Civil, ha acogido hoy a Picasso y su mundo en unos guisos para recrearse y después degustar. De los cañones de antaño a esto de hoy. Todo un deleite.